Luego de haber sido retrasado su estreno a causa de la emergencia sanitaria mundial, Corre fue adquirida por Netflix para su distribución mundial y, como siempre, le han dado al clavo. La película, protagonizada por Sarah Paulson, quien se convirtió en toda una celebridad por su trabajo en American Horror Story de Ryan Murphy, se posicionó como una de las películas más vistas en su primer fin de semana de estreno. A continuación desmenuzaremos su aterrador desenlace, uno de los mejores que hemos visto en los últimos meses de este interminable encierro.
Luego de haber entrado por la puerta grande al género del thriller con Buscando..., Aneesh Chaganty vuelve a darnos 90 minutos de tensión con Corre, que nos presenta la historia de Diane Sherman y su enfermiza hija Chloe Sherman (Kiera Allen). La presentación en cámara de Diane es la de una madre devota y, asegura en una reunión para padres con hijos educados en casa, está sumamente feliz de que su pequeña abandone por primera vez su hogar para asistir a la universidad y experimentar todas las cosas que ella no pudo por quedarse en casa cuidándola.
Algo en la mirada de Diane nos hace creer que esto no es del todo cierto y, tal como lo esperábamos, pasan menos de 20 minutos antes de que Paulson nos entregue pequeños detalles de su verdadero yo: una madre asfixiante y terrorífica, perfecta combinación entre Carrie y Misery por igual. O, si nos apegamos a psicología, una madre con Síndrome de Munchausen por poder.
Pronto nos enteramos que el nacimiento de Chloe fue difícil y a causa de ello presenta enfermedades como hemocromatosis, arritmia, asma, diabetes y una parálisis que la tiene en silla de ruedas. La adolescente es sumamente inteligente y está a la espera de que las universidades a las que se postuló envíen por correo alguna carta de rechazo o aceptación. Por más que Chloe esté al pendiente del arribo del correo, su madre se le adelanta siempre y le informa en casa ocasión que ninguna carta es para ella.
EL COMIENZO DE LA HUIDA
El comportamiento de Diane parecería levemente sospechoso, pero su coraza de madre amorosa hace que cualquier duda sea despejada cuando vemos cómo cuida las comidas y el estudio de Chloe. Nuestra perspectiva cambia cuando la chica husmea en las compras del supermercado que su madre recién ha hecho. Aunque lo que quería era encontrar dulces, Chloe da con un nuevo medicamento a nombre de su madre, el mismo medicamento que más tarde le entrega cuando está a punto de dormir.
Chloe comienza a sospechar de su madre y de las pastillas recetadas, por lo que planea una visita al cine como pretexto para salir de casa y, en algún punto de la película, se disculpa para ir al baño. La chica tiene pocos minutos para ir a la farmacia y preguntar qué es realmente lo que su madre le está recentando. Las sospechas de que Diane le está haciendo daño son confirmadas: la ridocaína que le da todas las noches es un relajante muscular para caninos.
'Corre': La película de Netflix que está fascinando a variosAnte una posible rebelión por parte de su hija, Diane la encierra en su cuarto, pero la chica logra escapar de la casa para pedir ayuda. A la mitad del camino se topa con el hombre del correo (Pat Healy), que para entonces se ha vuelto una de las únicas personas con las que Chloe tiene relación. Cuando están a punto de dirigirse a la policía para levantar una denuncia, Diane aparece para impedirlo y regresa a casa con su hija.
Encerrada en el sótano, luego de haber sido drogada, Chloe descubre dos cosas: que jamás estuvo enferma y que fue secuestrada por Diane cuando, en el mismo hospital, Diane dio a luz a una bebé que murió por complicaciones de parto a las pocas horas de su nacimiento.
La adolescente se ha dado cuenta que si no sale de ahí, su madre es capaz de dejarla en un estado vegetativo, por lo que ingiere organofosfato, un químico para controlar plagas que, en caso de ser ingerido por humanos, requiere de inmediata hospitalización. Chloe despierta en el hospital sin poder hablar a causa del tubo que le obstruye el esófago. Y aunque le pide ayuda a la enfermera, su madre crea una emergencia en el hospital para secuestrarla nuevamente. El intento es frustrado cuando Diane recibe un balazo y cae por las escaleras.
Corre da un salto en el tiempo de siete años y Chloe aparece como una mujer nueva: ha recuperado medianamente la movilidad en sus piernas, se ha casado y tiene una hija. Sin embargo, continúa visitando a su madre, recluida en un centro correccional para mujeres. El encuentro es revelador: Chloe ha llevado las mismas pastillas que Diane le daba sin su consentimiento pero, esta vez, el tratamiento será para su madre, inaugurando así una muerte lenta para la mujer que tanto la hizo sufrir.