El director Roman White tiene una trayectoria bastante larga detrás de videos de grandes figuras de la música como Taylor Swift, Justin Bieber, Kelly Clarkson, entre varias más. Ahora, después de su ópera prima Summer Forever en 2015, un musical de su autoría debuta en Netflix como su segunda cinta del mismo género enfocada en adolescentes y que nos recuerda a clásicos de Disney como High School Musical o Camp Rock. El título en español es El campamento de mi vida y la sorpresa es que es del tipo cristiano.
La premisa es sencilla: un joven problemático llamado Will Hawkins (Kevin Quinn) está a punto de ser enviado a un centro de rehabilitación debido a líos en los que se ha metido. Es huérfano y la única opción es ir a un campamento de verano que, inesperadamente, es de jóvenes cristianos. Ahí conoce a un grupo de jóvenes y una chica que lo ayudan a restablecer su vida y encontrar la respuesta que estaba buscando.
Los protagonistas, al igual que en la mencionada trilogía musical de Disney, son completamente revelaciones: Kevin Quinn y Bailee Madison, quienes dan vida a Will y Avery respectivamente. A Quinn ya lo habíamos visto en otra cinta El Halloween de Hubie de Adam Sandler y Madison lleva un largo tiempo en la industria haciendo películas para televisión en pequeños roles. El campamento de mi vida no significa que ahora Netflix esté tomando el camino religioso, sino que dentro de la diversidad que tiene su catálogo se empieza a producir contenido para esta categoría.
El musical sorprende por estar bien producido. Roman White sabe perfecto cómo montar números musicales y son bastante buenos. Por supuesto, como en todo producto de este estilo, el mensaje de la fe es constante, por lo que para algunos esta no es la película correcta. La web de la archidiócesis de Los Ángeles se refiere a El campamento de mi vida como un gran musical que aparte hablar del cristianismo a los adolescentes no presenta vulgaridades o representaciones sensuales. Importante es que Netflix no promociona la película como un musical cristiano. La película dura 97 minutos y es un producto familiar que se puede ver con los pequeños en casa, pero el mensaje es claro desde el minuto uno.
Al parecer White, tuvo el cuidado para que incluso el vestuario de los adolescentes no fuera provocador y la interacción entre los protagonistas no se malinterpretara o cayera en lugares erróneos para el propósito de la cinta. La música está llena de colaboradores cristianos con nombres como Amy Grant, Michael W. Smith, Rich Mullins, Steven Curtis Chapman y Adam Watts, todos conocidos dentro de su rama. Watss incluso es conocido por haber compuesto canciones para Disney para Camp Rock 2 y High School Musical 3, por lo que este es un detalle más que tiene la cinta y el porqué de sus comparaciones con las mencionadas películas. El campamento de mi vida ya está disponible en el catálogo de Netflix.