Se presume que la recomendación de boca a boca ha hecho que la serie de Netflix, El baile de las luciérnagas, se posicione entre las favoritas de los usuarios de la plataforma de streaming en los últimos días. El drama no tuvo mucha publicidad y era un riesgo poner en el rol estelar a la actriz Katherine Heigl, quien en la última década no se ha hecho de buena fama y muchas producciones la tachan de conflictiva. El título es adaptación de la novela Firefly Lane de la escritora Kristin Hannah y como showrunner se encuentra Maggie Friedman (Eastwick) y hay un detalle muy particular sobre los lentes de una de las protagonistas.
La trama sigue a dos amigas a lo largo de tres décadas diferentes, desde que son adolescentes, hasta su etapa adulta. Las chicas en cuestión son Tully Hart (Heigl) y Kate Mularkey (Sarah Chalke), quienes gozan de una química tremenda. Kate se ha ganado rápidamente el amor del público, pero son los anteojos del personaje los que se han vuelto algo característico, ya que no son nada lindos y tampoco se ajustan adecuadamente.
El que un personaje lleve lentes de esta manera parece apuntar inmediatamente a ser alguien introvertido, tímido y no tan popular. Este ha sido un estereotipo que por años series, telenovelas y películas han usado como recurso. Sin embargo, en la novela en la que se basa El baile de las luciérnagas hay una particularidad, ya que se utiliza un capítulo para hablar de los anteojos de Kate, algo que realmente hacen muy particular a esta joven hija de Bud, personaje al que varios no reconocían sólo de nombre.
'El baile de las luciérnagas': ¿Cuándo estrena la temporada 2 en Netflix?Desde que Kate era adolescente (en la serie esta etapa del papel es interpreta por Roan Curtis) lucha todo el tiempo para que no se resbalen por su nariz, pero esto refleja que su familia es de clase trabajadora y no pueden permitirse comprar lentes nuevos, una de las razones por las que no los cambia a pesar de que no le quedan bien. El detalle no tiene explicación en la serie, pero es algo que se trasladó fielmente del material original, aunque el modelo que utiliza Kate en la novela es con montura de cuerno, ya que se trataba de los años 70, mientras los usados en la producción de Netflix son más gruesos y no se encontraban de moda en aquella época, pero funcionan para el efecto.
Kate no reniega ser nerd, ni tampoco de su estatus social y al pasar los años, aunque la versión adulta ya no batalla con sus lentes, siguen siendo una característica. Tanto Maggie Friedman como Sarah Chalke estaban muy convencidas de dejarlo como parte del personaje. Por más que pasaran los años y el personaje eventualmente tuviera dinero, no dejaba de ser esa pequeña niña con lentes que no le ajustaban a su rostro. Sin duda, pocas veces vemos una explicación tan detallada sobre una cosa que parece insignificante como esta, pero en El baile de las luciérnagas hay una razón para todo, por ello hicimos el final explicado para saber hacia dónde va la serie.