Desde que movimientos como el de #MeToo estallaron en la industria del entretenimiento, el cuidado que las producciones televisivas y cinematográficas a las escenas íntimas aumentó, creando así un puesto de trabajo llamado Coordinador de intimidad, cuyo objetivo es hacer sentir cómodos a los involucrados y entablar un canal de comunicación entre los intérpretes y la producción para que no haya ningún malentendido.
Cierto es que desde décadas atrás este tipo de escenas siempre han sido coreografiadas, pero los estudios actualmente corren un riesgo grande si cualquier tipo de abuso se da en las producciones. Bridgerton, la exitosa serie de época de la productora Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy), tiene una característica que la ha posicionado dentro del gusto del público: es sensual.
La serie sigue a Daphne (Phoebe Dynevor), quien se enamora y se casa con Simon (Regé-Jean Page) sin quererlo así en un comienzo. Como toda historia de encuentros y desencuentros, el entorno es romántico entre ambos personajes, ya que la atracción es una de las fortalezas de cada uno de sus encuentros. Para una historia de época, el tono sexual de Bridgerton quizá es fuerte, pero sin escandalizar. Escritores y productores han sabido exprimir el tema sexual en la serie, haciéndolo con calidad, erotismo y romanticismo.
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Lizzy Talbot es la encargada de que todo esto funcione al ser la coordinadora de intimidad de Bridgerton. Ella está detrás de la coreografía de las escenas íntimas y la dinámica de poder, que es la manera de desenvolverse en la escena sexual por parte de los involucrados y que ninguno de los involucrados se vea sumiso con su contraparte o no dar un mensaje erróneo. Talbot fue entrevistada por Vulture y habló sobre los desafíos de su trabajo, como involucrarse en las escenas de lluvia, mantenerlos cómodos y en constante coordinación con el departamento de maquillaje y peinado, ya que de ellos dependen que los protagonistas de las secuencias luzcan naturales y sin perder la magia:
'Bridgerton': 20 fotos detrás de cámara sólo para fans de la serie de Netflix“Hay una escena muy conocida del libro que también aparece en la serie, donde los dos protagonistas tienen relaciones sexuales que se vuelven no consensuadas al final del acto”, reveló la coordinadora de intimidad de la serie: “Daphne obliga a su marido a tener un orgasmo dentro de ella, a pesar de que ha tenido claro que no quiere tener hijos. Por mi parte, en términos de narrativa, no tenemos ningún control sobre eso. Una de esas cosas para mí es trabajar realmente en sociedad con los actores para asegurarme de que se satisfagan sus necesidades de comodidad. No todos se sienten cómodos en todas las posiciones, a pesar de que están realizando una simulación”.
Lizzy también hace énfasis en que el guion no siempre está descrito el nivel de detalle que se muestra al rodarla, pero en la mesa de trabajo, donde ahora los coordinadores de intimidad deben estar, pueden sugerir cambios en las dinámicas de poder para beneficiar tanto a los actores, como a sus personajes. También dijo que las escenas de sexo fueron distintas debido a que las camas de aquella época eran más chicas que las actuales, tanto por lo alto como por lo ancho, así que uno de los mayores problemas era que cualquiera de los actores maniobrara correctamente y no se cayera de la cama. “La clave es la coreografía”, dice constantemente Talbot, sin embargo, se confiesa contenta del resultado de Bridgerton y acepta que la sensualidad de la serie ha sido fundamental en la recepción de la audiencia.