Para finales de la de década de los 90 tanto la televisión como el cine entraron en una etapa Meta o auto referencial, es decir, que todo lo ocurrido previo servía como material y con esto la cultura pop alcanzaría niveles insospechados. Lejos aún del streaming y con varias cadenas de televisión creando productos sólidos y longevos, el mercado juvenil se encontraba carente de personalidad. Series como Beverly Hills 90210 ya habían pasado la etapa de adolescentes y ahora sus problemas eran de adultos, mientras Melrose Place y sus intrigas estaban muy alejados del mercado semi adolescente que necesitaba hablar de películas, desamor y problemas como la homofobia, drogas y sexualidad.
En 1998 Kevin Williamson, joven escritor que venía de un boom cinematográfico al escribir clásicos como Scream, Scream 2 y Sé lo que hicieron el verano pasado, debutó como creador de Dawson’s Creek, seriado juvenil del canal CW y que se convirtió en un hit de la cultura popular, enamorando a toda una generación. La serie duró seis temporadas con ayuda de la renovación de personajes, pero con la alineación original como base: Katie Holmes, James Van der Beek, Joshua Jackson y Michelle Williams, esta última a la postre se convirtió en multi nominada a los Oscar.
Ahora, Dawson’s Creek llega a Netflix con todas sus temporadas para que nuevas generaciones la conozcan y quienes crecieron con ella la revivan. La trama narra la historia de Dawson (Van Der Beek), un adolescente amante del cine que vive en Capeside, Massachusetts, un pueblo con un lago, donde lidia con el primer amor de su nueva vecina, una de las mejores amigas de su vida y su transición de amigos a amantes, además del divorcio de sus padres después de que su madre fue infiel al matrimonio.
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A lo largo de las entregas la música de los grupos y cantantes de moda de aquel momento forman parte fundamental de la narrativa y hay referencias a películas populares como El proyecto de la bruja de Blair, El club de los cinco, Halloween, etcétera. Joey (Holmes) se robó el centro de la historia, a tal grado que la serie parecía contada alrededor de ella, pero personajes como Jennifer (Williams) fue uno de los más complejos, incluso hasta el último episodio.
Williamson dejó de escribir la serie al finalizar la segunda temporada, pero volvió para el final y redactó los últimos dos episodios. Aun así, la esencia de la serie siempre se mantuvo y es de las pocas que puede presumir una narrativa lineal. Los acontecimientos que fueron sucediendo para las últimas dos temporadas tenían coherencia con el viaje de la serie y de cada uno de sus personajes, a pesar de que la trama se trasladó a distintas localidades, ya que los jóvenes se encontraban en la universidad y posteriores trabajos; todo embonó perfectamente.
Dawson’s Creek fue criticada también por presentar a adolescentes con vocabulario de adultos y desenvueltos como tal vez los adolescentes en la vida real no lo hacían, lo que formó parte fundamental del éxito de la historia y que más tarde replicaría en series como The O.C., Gossip Girl, entre muchas otras. “I Don’t Want to Wait” era el tema de entrada interpretado por la cantante Paula Cole y se volvió un clásico, a la vez un referente de lo que significó la serie para toda una generación.