Hay personajes que nunca pierden su encanto y con el paso de los años se vuelven un clásico y trascienden generaciones, uno de ellos y de manera indiscutible es el simpático y parlanchín Salem, quien se hizo de enorme popularidad gracias a su versión en la serie de los años 90: Sabrina, la bruja adolescente, junto a Melissa Joan Hart. Su fama sigue intacta e incluso es dueño de un sinfín de divertidos memes que circulan hoy día en redes sociales, por ello Roberto Aguirre-Sacasa decidió homenajear al irreverente felino en la temporada 4 de El mundo oculto de Sabrina, pero ¿alguna vez habías pensado de qué estaba hecho y cómo era controlado en el programa noventero?
En la serie original de Netflix, durante el séptimo episodio de la última temporada de la reinvención del mundo mágico de Sabrina (Kiernan Shipka), conocemos al terror arcano: El infinito, quien decidió tomar la forma de Salem, un gato disecado que no para de hablar mientras es la estrella del bizarro show en el que todos trabajan. Con sólo observar detenidamente podemos descifrar que se trata de una marioneta rígida que sólo mueve la boca y su cuerpo es agitado para reafirmar sus diálogos.
Ahora volvamos en el tiempo a 1996, año que fue lanzada Sabrina, la bruja adolescente, serie inspirada en los cómics de la firma Archie, en aquellos tiempos no existían los mismos efectos especiales y asombrosos avances en CGI tal y como los conocemos hoy día. Esta razón llevó a crear una marioneta animatrónica de Salem que fue operada por tres personas al mismo tiempo, mientras Nick Bakay miraba de lejos la escena y daba voz al gato mágico con un micrófono sobre él, así lo mencionó en entrevista con Refinery29.
Había un grupo de titiriteros y Thom Fountain era el nombre del titiritero principal que también trabajaba la boca. Él y yo teníamos un gran ritmo. Fue realmente una colaboración para meter a ese gato en una escena. Yo salía al set con un micrófono sobre mí haciendo la escena en vivo con los actores.
Esto es un claro reflejo de los cambios radicales que ha tenido la industria de la televisión, es duro decirlo, pero ya no se requieren tres expertos titiriteros para mover a un gato, un programa de computadora puede generar los mismos movimientos a través de una animación digital. No cabe duda que son mundos distintos, esto mismo se notaba en las distintas marionetas que la serie mandó a hacer para tener un Salem para cada tipo de escena.
Sé que hubo dos operaciones de construcción de títeres animatrónicos completamente diferentes que hicieron versiones del gato en diferentes fases. El que se encontraba acostado en la cama, el que estaba sentado en la mesa de la cocina. Apuesto a que eran cinco o seis al menos, y no eran baratos.
Fue así como el oficio e ingenio de los años 90, lograron crear la versión más querida de Salem, la cual requirió de la operación de cuatro personas en el set al mismo tiempo; tres movían su cuerpo en perfecta sincronía con Nick Bakay, el encargado de darle voz. Una época que jamás regresará, pero que la temporada 4 de El mundo oculto de Sabrina rindió un merecido homenaje.