¿Recuerdan en nuestra videocrítica que decíamos que Soul pasaba por temas espinosos sin espinarse? Pues parece que estabamos muy equivocados. Nadie es moneda de oro y por ahora es la responsable de dividir opiniones entre el público religioso luego de su estreno en Disney+. La cinta ha sido objetivo de crítica, acusándola de que la trama incita a la práctica del ocultismo, queriendo revivir la creencia de que el jazz, principal componente de la historia, es música satánica.
La advertencia comenzó en redes sociales donde han tenido eco algunos comentarios de personas pertenecientes al cristianismo que acusan a Disney de tener intenciones demoniacas además de tener contenido relacionado con la brujería y el satanismo. Uno de sus principales puntos para advertir a la gente de no ver la película dirigida por Pete Docter (Intensamente) es que el alma del protagonista no pasa por el juicio para ser salvada o condenada.
También se hace mención a que Joe (voz en inglés de Jamie Foxx) reencarna y además puede albergar su alma en cuerpos de otra persona sin importar el género, algo que señalan como una creencia del satanismo oriental. Por último, se menciona que Soul ataca al cristianismo como una película infantil aparentemente inocente, pero que se suma a una larga lista de largometrajes de este tipo que son “obras del diablo” como en su momento fue la saga de Harry Potter. De hecho les levanta sospecha hasta que haya sido estrenada en plena Navidad.
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Otros las acusan de enviar el mensaje de que “Dios no existe” a los niños y que “podemos elegir lo que somos”, haciendo una clara referencia a la chispa que fue medular en la cinta, sobre todo para la parte de 22 (voz en inglés de Tina Fey). “Sacan a Dios de todo y de su soberanía, del propósito con el cual nos creó que es adorarle y servirle”, se puede leer entre los comentarios de algunas personas molestas con el mensaje de la cinta y que obviamente llaman como algo satánico y perverso.
Es así como la polémica y la división de opiniones se ha disparado alrededor de Soul, sobre todo con personas que pertenecen a grupos religiosos, quienes han hecho varios intentos en redes sociales para evitar que el resto de la población vea la película. Obviamente, depende de cada quien darle un sentido al mensaje de la cinta: algunos se lo tomarán mejor que otros.
