El thriller de HBO: The Undoing llegó a su fin el pasado domingo 29 de noviembre tras seis episodios cardiacos en los que se fue descubriendo quién había sido el asesino de Elena Alves (Matilda De Angelis). Estuvimos ante un thriller en toda la extensión de la palabra, una novela con tintes policiacos en la que el misterio de encontrar al criminal era la estructura de la historia y que en esta ocasión gran parte de la trama se llevó a cabo en una corte, donde se enjuiciaba al principal sospechoso.
La miniserie de David E. Kelley (Big Little Lies) jugó con varios clichés de la fórmula, con pistas falsas para los espectadores incluso hasta en los últimos 15 minutos del episodio final, en una secuencia digna de Hollywood con helicóptero y psicópata incluido. El asesino de Elena finalmente fue Jonathan Fraser (Hugh Grant). Su esposa, Grace (Nicole Kidman), puso las cosas en perspectiva y le dio el crédito a su intuición de psicóloga y solicitó subir a declarar como testigo.
Jonathan pensaba que al subir a Grace en calidad de esposa afligida podría conmover al jurado y salir libre de la acusación, pero el mayor error de Jonathan, tal cual se lo dijo su abogada Haley (Noma Dumezweni), fue haber escondido en la casa de campo el famoso martillo con el que asesinó a Matilda. Este acto provocó que se pensara que en el episodio pasado Henry (Noah Jupe) había sido el asesino. Todos eran sospechosos, hasta la misma Grace, y ese fue un acierto de la miniserie, ya que cualquier personaje podía haber tenido motivos (injustificados, claro) para que en un arranque de locura se hubieran desquitado con Elena Alves.
'The Undoing': 5 razones por las que tienes que ver la serie de HBOEl episodio final se tituló La sangrienta verdad, en referencia al “despertar” de Grace cuando se da cuenta que no conocía a su marido como pensaba y que todo lo que había construido a lo largo de los años, la imagen como familia incluso, era una fachada. Mediante flashbacks atestiguamos que Jonathan no amaba a Elena, como él lo había afirmado, sino que aquella noche fue a terminar con ella, ya que se estaba acercando demasiado a Grace y esto podía orilla a que lo descubrieran. En un arranque de ira, un martillo sirvió para acabar con la vida de la atractiva mujer.
El asesino estuvo enfrente de nosotros todo el tiempo y aún dudamos durante toda la serie si en efecto había sido él. Nadie nos podría culpar con la cara angelical y los papeles bonachones que siempre ha interpretado Hugh Grant, aunque este no se trata de su primer villano, pero sí la primera vez en el que lo vemos explotar como nunca, en cuanto a actuación se refiere. En redes sociales hubo reacciones opuestas, desde los que amaron el final y se emocionaron hasta el último minuto, hasta los que terminaron decepcionados en especial por el acto definitivo, por cierto, es exagerado, ya que Jonathan huye con su hijo el día del último juicio, sabiendo que no tendría escapatoria y es perseguido por innumerables patrullas y un helicóptero con Franklin (Donald Sutherland) y Grace abordo. Los detienen finalmente en un puente, donde Jonathan intenta aventarse, pero los gritos de Grace y su hijo hacen que se arrepienta.
Esa parte, muy digna de cualquier novela policiaca, es lo que no ha gustado a la audiencia, pero la realidad es que entra en la convención de la historia y es importante no olvidar que estamos ante una ficción. Al final no fue Grace, ni Henry, ni el esposo de Matilda, Fernando (Ismael Cruz Córdova); al culpable nos lo pusieron desde el primer episodio. Aparte, HBO y los creadores de la serie fueron astutos en el marketing, logrando que el arma homicida se volviera un elemento distintivo de la serie que difícilmente podemos olvidar.
'The Undoing': Lo bueno y lo malo de la serie de HBO con Nicole Kidman y Hugh GrantThe Undoing fue un producto apoyado, más que por un texto novedoso (lo cual dista de serlo), por actuaciones sólidas, en especial del talento que le dio vida a la familia Fraser: Nicole Kidman, Hugh Grant, Donald Sutherland y el joven Noah Jupe estuvieron estupendos haciendo brillar cada una de sus escenas. El otro mérito es que, al igual que con la anterior serie de Kidman: Big Little Lies, logró que la audiencia viera semana tras semana la serie, cuando difícilmente esto había sucedido en 2020 con otra producción de HBO y esto se ve reflejado en los números, ya que el episodio final es el que mayor audiencia ha tenido en todo el año.
Un producto sumamente entretenido y de calidad que nunca pretendió ir más allá de eso, aunque entre líneas tuvo en su agenda de temas el matrimonio, la confianza, la violencia hacia la mujer y defender al hombre blanco y millonario, sólo por el hecho de serlo. Bien por HBO, aunque haya quien diga lo contrario.