La noche del 17 de noviembre de 1901, una redada arribó a una pomposa fiesta en el centro de la Ciudad de México, donde un grupo de 42 hombres fueron arrestados, algunos por encontrarse en un baile vestidos de mujer y otros sólo por danzar con otros hombres. Uno de ellos era Ignacio de la Torre y fue retirado del grupo encarcelado por tratarse del yerno del Presidente de México en ese entonces: Porfirio Díaz. En total serían 41 hombres, número que se quedaría en la memoria de todo un país para etiquetar, burlarse y referirse a la homosexualidad con un repudio que hoy, más de un siglo después, sigue teniendo eco.
David Pablos, director mexicano de películas como La vida después o Las elegidas, decide retratar este pasaje tan importante en la historia de México con El baile de los 41, teniendo una manufactura impecable y un trio protagonista sólido y encantador conformado por Alfonso Herrera, Mabel Cadena y
Emiliano Zurita.
Pablos había tenido la historia para la película por mucho tiempo en la cabeza, ya que le parecía interesante y definitivamente valía la pena contarla. Por azares del destino dentro de varios proyectos este fue el que cobró más fuerza y relevancia y así fue como llegó su tercera película: “Yo jamás hubiera esperado que una película así de grande y compleja fuera mi tercer filme, pero el tema de raíz y lo que a mí más me interesaba era representar a este grupo de hombres en pantalla, dándoles una voz que en su momento se les fue negada”, reveló el director en una entrevista para SensaCine México.
El baile de los 41
Referente a lo anterior, insistió en que el hecho de querer contar lo ocurrido en el baile de los 41 de 1901 era por cómo se recordaba: con burla y prejuicio: “Quería retomar este hecho condenable que en su momento representó la mediatización de la homosexualidad en México, pero sin ese punto de vista: el del prejuicio, de la otredad”, compartió el escritor de Las tinieblas: “Quería dignificar a estos personajes”. Esta vez David no escribe el guion, tal como en sus anteriores películas, y llega Monika Revilla (Alguien tiene que morir), con quien hizo una dupla perfecta para el proceso del texto.
Emiliano Zurita, quien viene de un universo completamente opuesto como la serie Cómo sobrevivir soltero, interpreta en El baile de los 41 a Evaristo Rivas, el tercero en discordia entre Amada e Ignacio, es decir Mabel Cadena y Alfonso Herrera en la ficción. El actor demuestra en la película que tiene madera para sacar personajes complejos, pero sobre todo un futuro muy prometedor en el terreno del cine de autor. Para trabajar en su personaje tuvo varios meses de preparación previos a la filmación y aprendió diversas cosas: “Desde leer ciertos libros que nos dejaran entender la cultura un poco más, tuvimos clases de equitación. Mabel tuvo de bordado, de piano y los trabajos de mesa. Repasábamos no sólo el guion, sino las maneras y las conexiones entre los personajes”, señaló el intérprete.
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El trabajo fue arduo para trasladarse a 1901, pero Zurita, al igual que Mabel, declaró haberse sentido apoyado por su director y cobijado por sus coestelares. La soltura en el periodo porfirista era necesaria en todo escenario: “Tuvimos un ejercicio con todos los 41 donde estábamos en un salón de fumadores de esa época y dejamos que todo fuera fluyendo y sólo fueron detallitos que fueron construyendo lo que necesitaba para interpretar a Evaristo”, compartió el protagonista de la comedia próxima a estrenarse No, porque me enamoro.
Mabel Cadena es otra de las revelaciones de este año. Recientemente protagonizó la cinta de Julián Hernández: La diosa del asfalto, que formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia. Para ella, la preparación de su personaje en El baile de los 41 fue bastante. Pablos la dotó de materiales y tuvieron maestros de distintas índoles: “Para mí, los grandes maestros fueron Alfonso, Emiliano y David Pablos”, aclaró la actriz: “Si procesas todo el trabajo de mesa previo es otra película cuando llegas al set. Te pones la ropa y llegas y te enfrentas a los ojos de tus compañeros y a la guía de un director como lo fue David, que para mí fue redescubrirme como actriz a través de él”.
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Respecto a la relevancia que tiene la historia de su personaje en la actualidad, aparentando cosas que no son e impidiendo la libertad de los hombres y mujeres por su preferencia sexual, raza, nivel socioeconómico, entre otras cosas, a Mabel le parece tristísimo su personaje y cree que en El baile de los 41 no hay buenos ni malos, sino personajes que actúan dependiendo de lo que les va dictando la vida y el camino: “Amada me parece que es una mujer muy rota. La película aborda dos personajes que al final los ves en una desolación profunda y el filme habla de que hay una miseria como sociedad donde seguimos empujando a los seres humanos, seas hombre o mujer, a vivir una vida que no te corresponde o que no quieres ser. Es una de las cosas más tristes de nuestra película”, comentó la actriz que también participó en Ingobernable y Hernán.
Para David Pablos, el recibimiento que tenga El baile de los 41 ya no depende de él o de sus protagonistas, pero está a la expectativa y espera ver qué tipo de comentarios va a generar la película. Está consciente que habrá gente que podrá apreciarla o no, que le podrá gustar o no, pero que lo importante es generar opiniones: “Creo que la película puede generar diálogos, reflexiones y eso para mí sería lo más importante: cuestionar. Creo que al final deja la posibilidad de que el espectador se lleva la película a casa”, finalizó l director.
El baile de los 41 ya está disponible en los cines de la República Mexicana.
