Jóvenes brujas: Nueva hermandad ya se encuentra en las salas de cine de México a 24 años del estreno de la película original: Jóvenes brujas, dirigida por Andrew Fleming y objeto de culto de la cultura pop. Blumhouse, propiedad de Jason Blum, compró los derechos de la película original para hacer un reboot, pero, aunque en esencia retoma la misma premisa de la cinta anterior, sólo es el disfraz, ya que realmente es una secuela directa de la original y lo sorprendente es que todo indica que podría haber una tercera parte, convirtiéndola así en una franquicia.
Recapitulemos de forma breve. El título en inglés de la nueva apuesta es The Craft: Legacy, lo cual ya desde el tráiler parecía raro, cuando originalmente el proyecto estaba anunciado como un remake de la original y parecía que había un lazo con la cinta anterior. Pues bien, resulta que es más una secuela en forma de reboot (por más extraño que parezca).
Jóvenes brujas: Nueva hermandad narra la historia de Lily (Cailee Spaeny), una adolescente que llega a una nueva ciudad, ya que su mamá: Helen (Michelle Monaghan) decide casarse de nuevo, con el que parece un gran hombre llamado Adam (David Duchovny), un viudo con tres hijos. La chica protagonista entra a la nueva escuela y rápidamente se hace amiga de Lourdes (Zoey Luna), Frankie (Gideon Adlon) y Tabby (Lovie Simone), quienes descubren que Lily es la pieza que les faltaba y juntas logran un equilibrio practicando brujería, así como todo tipo de conjuros. Eso sí, siempre afirman que no lastimarán a nadie.
Esta nueva versión no muestra precisamente a las cuatro chicas como las marginadas del colegio o por lo menos no lo logra y tampoco sabemos quiénes son las tres brujas restantes, ya que toda gira entorno a Lily. ¿Por qué? Evidentemente es capricho y torpeza del escritor, pero todo para ligarlo con el fan service de la escena final.
Lily rápidamente se da cuenta que es adoptada y que su padrastro pertenece a un tipo de culto. Adam obedece las órdenes de Manon (¿Lo recuerdan?), ser supremo que hace que Nancy (Fairuza Balk), una de las jóvenes brujas originales, perdiera la razón. Adam tiene intuición increíble y deduce que Lily es bruja y es su enemiga, por lo cual tiene que acabar con ella.
Con ayuda de las otras tres chicas, Lily acaba con Adam y logra que Helen la ayude a buscar a su madre biológica. En los últimos minutos, la joven llega a un hospital psiquiátrico buscando a la persona respectiva (nunca se dicen los nombres) y al llevarle de visita al cuarto de la paciente se topa ni más ni menos que de Nancy Downs (con Fairuza Balk haciendo una participación especial), quien acabó internada en el filme original.
Lily le dice que es su hija y entonces la toma se va a negros y no sabemos nada más. Esto crea un puente entre ambas películas e indica que Jóvenes brujas 3 puede ser una realidad. Lo cierto, es que Lily nunca muestra en la cinta ningún ápice de locura, ambición o pasión por las artes mágicas, como Nancy lo hizo siendo adolescente. Esto quiere decir que los genes no son tan fuertes.
Por otro lado: ¿Visitas conyugales? Al parecer Nancy lleva años internada desde aquella vez. Probablemente salió del psiquiátrico, se enamoró y quedó embarazada de Lily, para posteriormente darla en adopción, volver a cometer actos de magia peligrosos y regresar al psiquiátrico. ¿Lily tendrá realmente todos los poderes de Nancy heredados? ¿Quién es el padre? ¿Tendrá también maldad sin límites? Esto se sugiere solamente con la revelación final, pero nunca se desarrolló algo que apuntara a que Lily tuviera guiños al personaje de Nancy y que fuera su hija.
El viaje personal de Lily se parece al de Sarah (Robin Tunney) en la primera película, pero a su vez ella sería la enemiga de Lily, ya que luchó hasta el final con Nancy y la mandó al manicomio. El único momento negativo de la protagonista en Jóvenes brujas: Nueva hermandad es el conjuro que le lanza a Timmy (Nicholas Galitzine) para que se enamore de ella, a pesar de que sabe que él es gay. El chico es asesinado por Adam, ya que tuvo un romance con uno de sus hijos, pero esto lo sabemos al final, así que realmente Lily ni parece tener en su sangre una bruja genuina y ni hay todavía nada de maldad.
De volver Fairuza Balk a una tercera parte sería interesante saber cómo se resolvería la dinámica madre-hija. Otra cosa que pasó desapercibida es que, si las cuatro brujas acabaron con Adam quien era claramente un cambia formas, ya que ese no era su cuerpo original y podía disfrazarse de cualquiera, en cualquier momento Helen pudo terminar con él. ¿Acaso sus tres hijos no preguntaron qué había pasado con su papá? Quizá uno de ellos tenga poderes y en venganza de la muerte de su padre podría pelear en un futuro contra las cuatro jóvenes brujas y Nancy, quien ayudaría a su hija.
Lo cierto es que la aparición de Nancy al final resulta más un fan service que un plan narrativo para realizar una tercera parte. Quizá estemos equivocados y pronto nos enteremos de una nueva entrega. Si es así, deberían hablar a Sarah, Bonnie (Neve Campbell) y Rochelle (Rachel True), las otras compañeras de Nancy para hacer un multiverso de brujas; sería algo lógico.