La edición 2020 del Festival Internacional de Cine de Morelia trae de regreso a la directora Mariana Chenillo (Cinco días sin Nora) quien vuelve a competir en la Selección Oficial del FICM. En Todo lo invisible la acompaña el protagonista, coproductor, músico y coguionista Ari Brickman (El complot mongol) para retratar el dramedy que sigue a Jonás, un hombre que sufre un inusual accidente de coche debido a que las bolsas de aire se activan sin razón dejándolo ciego. A raíz de esto inicia dos luchas: la primera contra la armadora del automóvil con este defecto, y la segunda, la de aceptar que probablemente no vuelva recobrar la vista y que sus dos hijas y su esposa Amanda (Bárbara Mori) tendrán que aprender a convivir con su mal humor.
Chenillo tiene un gran lazo con el FICM, ya que ha presentado prácticamente toda su filmografía aquí, desde sus cortos hasta los largometrajes. Incluso en 2008 resultó ganadora del Premio del Público por la película Cinco días sin Nora con el recientemente fallecido Fernando Luján. Luego en 2013 compitió con Paraíso y en 2015 presentó el documental omnibus El aula vacía, pero Todo lo invisible es para ella y para Brickman un trabajo que le tienen especial cariño por haber tardado tantos años para poderlo mostrar.
Ari Brickman recuerda en entrevista para SensaCine México cómo ha sido este viaje: “Fue un proceso muy largo donde pasamos por muchas etapas. Mariana y yo queríamos hacer algo juntos. Encontramos diferentes posibilidades, hasta que llegamos a esta historia de la cual realmente estamos muy orgullosos. Se logró un balance muy importante con el personaje principal: lidiar con sus sentimientos y al mismo tiempo ser un tipo que el espectador debe aprender a querer”.
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Ensayo sobre la ceguera
Representar a Jonás fue un reto para Ari. Su proceso de preparación tomó seis años desde que el proyecto se empezó a gestar, llamado entonces Guía para el viajero que no quiere preguntar. Para lograrlo utilizó pupilentes que realmente no lo dejaban ver, pero le permitían llegar a su marca para realizar cada una de las tomas y mientras iba agudizando su sentido del tacto: “Hubo acercamientos con gente que nos dieron referencias muy específicas. Personas que estaban en el rango de edad que tuvieron estas experiencias y se prestaron para el diálogo…”
A mí me ayudó a verlo desde un lugar muy real; fue importante darme cuenta, al conocer a estas personas, que dentro de la incapacidad eran completamente capaces.
Por su parte, Mariana Chenillo quería explorar y hablar de algo que tenía en la mente desde 10 años atrás pero que no se atrevía a hacerlo al no encontrar el foco y la perspectiva desde donde hacerlo: “El tono de la película no es melodrama, tiene humor a pesar de ser tratado como un tema difícil”, confirma. “Es una carta de esperanza: Significa volver y que todo tenga sentido de nuevo”.
“¿Por qué no podemos quebrarnos?”, pregunta la cineasta referente a lo que le ocurre al hombre de esta historia: “Observamos la ceguera desde lejos y lo vemos con miedo y era importante navegar con la película entera desde la perspectiva del personaje. No es una película de superación personal, ni de discapacidad, si no se trata de la vida y encontrar el camino de regreso para ser quién eres y habías dejado ser. Es una historia de aceptación”.
Todo lo invisible fue filmada en la Ciudad de México y el rodaje duró seis semanas, sin dejar fuera el año que tomó la postproducción. En el reparto también están José María de Tavira, Daniela Schmidt, Paloma Woolrich, entre otros.
Ahora esta mancuerna está enfocada en la recepción que tenga Todo lo invisible en el FICM para después estrenar en cines comerciales de México. Cinépolis Distribución adquirió los derechos y planean debutarla en cartelera en enero del 2021 si todo sale bien.
