"El tiempo es más pesado que la más pesada carga que puede soportar el hombre. Nada puede durar tanto, no existe ningún recuerdo por intenso que sea que no se apague’. Frase del mítico Juan Rulfo, escritor, guionista y fotógrafo mexicano, nacido en Sayula, Jalisco y que cuadra perfecto con la atmosfera, el propósito y la premisa de Ricochet, filme que forma parte de la selección de largometraje de ficción que compite en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM 2020).
Dirigida por el capitalino Rodrigo Fiallega, el cual inició su carrera como asistente de dirección en la productora de Alejandro González Iñárritu, Z Films. Ha tenido una larga trayectoria en publicidad y en los efectos especiales en Hollywood. Tras varios cortometrajes, debuta con una fábula sobre el tiempo, la frustración y ese México que existe, pero pareciera que solo vive en poemas y cuentos salidos de Comala.
Ricochet es un drama acerca de Martin (Martijn Kuiper), un hombre entrados en sus cincuenta años, lleno de tribulaciones y remordimientos de cosas que no ha dejado morir y que siguen viviendo y acumulándose en su interior. Lleva viviendo en un pequeño pueblo mexicano más de veinte años, pero es claramente extranjero. Se encuentra casado con Mariana (Iazua Larios) y le queda una hija pequeña, pero el asesinato de su hijo en las fiestas del pueblo años atrás lo sigue perturbando y es motivo para separarse de su familia. Su vida dará muchas vueltas, cuando el asesino de su hijo queda puesto en libertad.
De la realidad al lo literario
Una parte importante tiene más de realidad que de ficción. Así lo cuenta el propio Fiallega: ‘’El filme está basado en un hecho real en Argentina. La anécdota es un pretexto para contar una vida rural de México. Explorar ambientes y lugares. Y poder tener un personaje que se debate entre sus instintos y pasiones’’, compartió el también guionista. La palabra ricochet resultó perfecta para Fiallega: En su traducción en inglés y francés significa "rebotar". Sabe que es una palabra inusual y pero que su significado es una buena metáfora de lo que sucede con su personaje.
La película se filmó en Jalisco, específicamente en Teocutatlán de Corona, Sayula, durante cuatro semanas de rodaje. La agenda estuvo sumamente apretada, pero lograron terminar bajo la producción de Gabriela Maldonada y ahora están festivaleando con su hijo filmico (de hecho, recién regresan del festival de Roma). La elección de Martijn Kuiper cuadró perfecto, al ser originario de Amtersdam y a los veinte años haberse ido a vivir a España. El director recuerda: ‘’Me interesaba que el personaje principal fuera extranjero no solo en el sentido literal, sino existencial. Que se sintiera ajeno. No tuvimos mucho tiempo de ensayos con Martijn, pero hablamos mucho al respecto para que estuviera listo para su personaje’’, puntualizo. Dijo el actor.
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Ya en la Madre Patria, Martijn, trabajo mucho en teatro, cine y televisión, pero su físico le impidió mucho alejarse del estereotipo en aquel país, por lo que Latinoamérica fue la opción perfecta para empezar a seguir con su carrera: ‘’ De principio en el guion no aparece ninguna referencia de la procedencia de mi personaje. Entendí todo muy bien porque viví episodios muy particulares a lo largo de mi carrera, debido a mi perfil. ’’ Confeso honestamente, mostrándose agradecido con todas las oportunidades que ha tenido y que se le han negado. El actor ha trabajo en series como Ingobernable de Netflix, Falsa Identidad o Señora Acero de Telemundo, pero éste es su primer protágonico en cine.
A Kuiper lo acompaña Andrés Almeida (100 días para enamorarnos), quien interpreta a Rafael, el mejor amigo del protagonista y quien durante el rodaje también granjearon una profunda amistad. Rafa es un buen tipo que solo le interesa ir por ‘unas cervecitas’ con su cuate y que trata de alivianar el bagaje que trae cargando muy a su pesar. El actor de Amores Modernos y La vida inmoral de la pareja ideal se mostró entusiasta al hablar de Ricochet sobre todo al encontrar desde el guion algunas cualidades de El llano en llamas.: "Desde que lo leí me enamoré mucho de él. Tiene una cualidad literaria muy de Juan Rulfo, y el hecho de que íbamos a filmar donde nació Rulfo, fue donde para mí el clic para saber que era el proyecto que quería hacer. Me gustó mucho como retrata la sensación del tiempo, en un lugar donde no parece pasar nada’’.
Ricochet significó un trabajo retador al que se le invirtió mucho tiempo y cariño por parte de todos los involucrados. El resultado final no sólo trajo una sana instrospección al haber rodado en los lugares rodeados de misticismo de la región de Atoyac, Jalisco, también trajo amistad. Al grado de que su protagonista, Martijn Kuiper, piensa ya en nacionaizarse mexicano. Ahí nomás.
