La cinematografía gala no sólo goza de enorme tradición y relevancia histórica, también es dueño de un estilo pasional al momento de contar historias apegadas al sentir humano, es por ello que el Tour de Cine Francés se ha hecho del gusto del espectador en nuestro país y ahora mismo con su 24 edición presenta La última vida de Simón, ópera prima de Léo Karmann, joven director que creció viendo películas de muchos directores famosos.
Simón (Albert Geffrier) tiene 8 años y es huérfano, su gran sueño es encontrar una familia que lo adopte, pero Simón no es un niño como los demás, tiene un don muy particular: puede transformarse en las personas a las que ha tocado. El pequeño comparte su secreto con Thomas (Simon Susset) y su hermana Madeleine (Vicki Andren), quienes lo acogen cariñosamente durante un fin de semana haciéndolo sentir querido e importante. Sin embargo, durante una escapada al bosque, ocurre una tragedia que transformará la vida de los tres niños para siempre.
Con sólo pensar en una historia de fantasía protagonizada por tres niños y un asombroso secreto nuestro corazón cinéfilo inmediatamente presta atención en la ópera prima de Léo Karmann, quien compartió cómo sus grandes inspiraciones influyeron directamente en esta cinta, sin embargo, pese a lo que podríamos pensar del apoyo a todo tipo de cine en Francia, el joven cineasta reveló que le costó muchísimo trabajo concretar esta producción por falta de interés en el género de su historia.
'Tres días y una vida': Los verdaderos retos detrás de la filmación - Tour de Cine Francés 2020“Fui tan influenciado por Steven Spielberg, James Cameron o el cine de Guillermo del Toro, hubo muchos cineastas con los que crecí y no son franceses, pero su cine me hacía viajar y cuando quise hacer lo mismo en Francia, me dijeron: ‘esto no se hace en Francia’; incluso nos dijeron que el guio era precioso, si el director fuera coreano lo hubieran aceptado, era increíble.”
Esto despertó un enorme interés, finalmente se trata de un joven cineasta que comenzó a profundizar en el estado actual de la industria fílmica francesa, de acuerdo con su experiencia argumentando que no todas las apuestas creativas en dicha nación son bien recibidas y prefieren atenerse a un puñado de géneros, los cuales son considerados aptos para la taquilla.
“El cine del imaginario a veces no genera confianza cuando cineastas como Georges Méliès existieron desde el inicio de la historia del cine en Francia. Hoy pareciera que el cine del imaginario estuviera permitido en todos los cines menos en Francia; para hacer cine popular se cree que sólo se puede hacer comedia y eso me parece una lástima.”
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Entrando a temas artísticos y un tanto técnicos de la cinta, fue evidente el extenso trabajo detrás de la composición musical que se hace presente desde los primeros segundos, entretejiendo a la par de la historia y los actores, el camino fantástico y dramático que La última vida de Simón seguiría; es por ello que quisimos averiguar cómo fue el proceso creativo detrás de cada nota musical.
La música es extremadamente importante para mí en el cine, me parece que permite sentir cosas que tal vez no sentiríamos en otra vida, es como una puerta abierta a la emoción.
“La música fue desde el inicio un punto importante y la comenzamos a trabajar desde el guion junto a Erwann Chandon (compositor), buscamos los temas musicales mucho antes del rodaje. Lo que yo quería era comenzar la filmación con la música lista para que el equipo pudiera escuchar algunos fragmentos. Incluso no teníamos una sola imagen aún, pero ya había música. Se creó 1 hora y 10 minutos de música.”
La historia tan particular de Simón sin duda nos hace recordar cierto estilo imaginativo de las grandes referencias cinematográficas de Léo Karmann, un joven que tuvo que luchar ante cierta parte de la industria fílmica francesa que no veía con buenos ojos su historia al no tratarse de una comedia ligera. ¿Algún parecido con la realidad de nuestro país? Sin duda el tema para reflexionar, existen ciertos intereses tendenciosos que disponen de la cartelera habitual y podemos verlo en todas partes del mundo.