La lucha por la justicia reproductiva en el mundo, es un tema político y social que me sigue pareciendo sumamente escalofriante, pues juzgar y (principalmente) criminalizar a una mujer por las decisiones que toma sobre su cuerpo, simboliza una preocupante desiguladad estructural. Es absurdo que la humanidad avance en ciencia y tecnología, pero los sistemas de salud nada más no puedan protegernos. De hecho, de acuerdo con Guttmacher Institute, la tasa de aborto es en realidad más alta en los países que restringen el aborto que en aquellos que no lo restringen, según análisis que excluyen a China y la India, cuyas cuantiosas poblaciones distorsionarían los datos; por ende, considero urgente normalizar este tema, pues podría ser un gran paso hacia la legalización.
De ahí la importancia de informarse antes de manifestarse en contra de la legalización, pues es urgente estar al tanto de lo que sucede fuera de la burbuja del privilegio para entender porque el aborto se ha convertido en un debate no nada más político o religioso, sino en un tema de salud preocupante a nivel mundial.
El cine, documental o de ficción, al igual que algunas series, pueden ser herramientas que aporten visibilidad a lo que sucede en distintas regiones o países respecto a este tema. Decenas de cineastas como Laurie Nunn, Shonda Rhimes o Bruce Miller, están trabajando para erradicar la cosificación de las mujeres en la pantalla grande o la televisión. Además, celebridades como Emma Watson o Natalie Portman, han conmocionado al mundo entero por su determinación para cambiar las leyes en contra del aborto y han empezado a rechazar papeles que únicamente las sexualice.
No obstante, muchas veces el aborto se sensacionaliza y el resultado es melodramático como en filmes como Juno, protagonizada por Ellen Page, Michael Cera y Jennifer Garner, pues solo se estigma un tema que históricamente ha sido distorsionado por un sistema global que no favorece en lo absoluto los derechos de las mujeres.
Entonces, no importa si se trata del género documental o de ficción, tanto en el cine como en la televisión, el aborto debe abordarse desde una perspectiva natural y realista, razón por la que decidí enumerar algunas producciones que verdaderamente retraten la urgencia de legalizar y normalizar esta práctica:
'SEX EDUCATION':
En la segunda temporada de Sex Education, se aborda el tema de manera pragmática, pues a través del personaje de Meave (Emma Mackey) el capítulo ofrece una mirada natural y en lo absoluto dramática de este proceso (el cual por cierto es gratuito en el programa nacional de salud de Inglaterra). La directora de esta serie original de Netflix, Laurie Nunn, protagonizada también por Asa Butterfield, Gilian Anderson y Ncuti Gatwa, concentra el clímax emocional del personaje en el abandono de su madre y para nada dramatiza su decisión de abortar. Una perspectiva demasiado sensata porque en lo absoluto debería de ser un tema de escándalo.
'GREY´S ANATOMY':
Cuando Cristina Yang (Sandra Oh) decidió interrumpir su embarazo en la primer episodio de la octava temporada de Grey´s Anatomy, el mundo todavía no estaba listo para esa conversación. Este personaje -quien por cierto es mi favorito de esta longeva serie- abandonó la opción de convertirse en madre para concentrarse en su carrera como Cardióloga, decisión que desató polémica en redes sociales. Fue impresionante que muchos internautas opinaran hasta de las decisiones que un personaje de ficción tomó sobre su cuerpo, pero yo no encontré ninguna falla en la lógica de Yang. La cereza del pastel de este legendario capítulo fue cuando la protagonista, Meredith Grey (Ellen Pompeo), intervino para pedirle a la pareja de Cristina, Owen (Kevin Mckidd), que no interviniera y la dejara decidir a ella.
'DIRTY DANCING':
En Dirty Dancing, película protagonizada por Patrick Swayze, el director, Emile Ardolino, retrató el riesgo que las mujeres corren con la práctica de abortos clandestinos cuando Babe (Jennifer Grey) decide apoyar a su amiga Penny (Cynthia Rhodes) en la interrupción de su embarazo. Aunque el guion intentaba justificar un poco las intenciones del personaje, el director plasmó el gran riesgo sanitario que corren las mujeres sin recursos económicos que deciden abortar.
'STORY OF WOMEN':
La última mujer francesa que murió en la guillotina fue Marie Louise Giraud, quien fue condenada por ser activista defensora de los derechos de las mujeres e inductura de abortos clandestinos. Este legendario personaje, interpretado por la gran Isabelle Huppert, quien pasa sus días ayudando a otras mujeres desde que su vecina le pidió apoyo para interrumpir su embarazo no deseado, fue denunciada ante las autoridades francesas por su propio esposo y condenada a muerte a finales de los años 20. Un caso de la vida real que me sigue pareciendo aterrador. Y aunque morir en la guillotina sea cosa del pasado, la prohibición de aborto sigue condenando a muerte a miles de mujeres que, sin importar si sea legal o no, interrumpen su embarazo por diversas razones.
'THE HANDMAID´S TALE':
Analizando con calma la premisa de esta serie dirigida por Bruce Miller, me di cuenta que la ficción de Margaret Atwood no difiere mucho con la realidad. En esta distopía no se habla de abortos voluntarios, pero sí se retrata el régimen teocrático que despoja a las mujeres de todos sus derechos y se les forza a ser madres. En The Handmaid´s Tale, Elisabeth Moss es prisionera de un sistema en donde las pocas mujeres fértiles son forzadas a la reproducción. Cómo olvidar cuando en Argentina tuvieron lugar varios actos de protesta en donde decenas de activistas se disfrazaron como las criadas de la serie, pues aunque se piense lejana aquella distopía, la iglesia y el Estado siguen decidiendo sobre nuestros cuerpos.
'4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS':
La ilegalidad del aborto protagoniza este filme de Cristian Mungiu, pues a través de la historia de dos hermanas que viven en Rumania durante los últimos años del comunismo, se retrata el riesgo que corren las mujeres solamente por aceptar que no cuentan con la capacidad de asumir la maternidad. En 4 meses, 3 semanas y 2 días, el director critica a la sociedad que prefiere mirar hacia otro lado y que ha convertido en tabú una práctica que en lo absoluto tendría porque dramatizarse.
Cabe destacar que en otras producciones como Seinfield, Padre de familia, El secreto de Ver Drake o Girls, el tema se abordado desde la comedia y el drama, pero al final el mensaje es el mismo: otorgarnos justicia reproductiva que no ponga en riesgo nuestra salud e integridad.