La 24° edición del Tour de Cine Francés ya inició. Esta celebración está integrada por siete historias y una de ellas se llama: Alguien en algún lugar, una encantadora comedia romántica con un discurso pertinente sobre la salud mental, y dirigida por el aclamado cineasta Cédric Klapisch, quien ya había participado en tres ediciones anteriores de este ciclo fílmico con las películas: París, Mi vida es un rompecabezas y El viñedo que nos une, por lo que ya es un viejo conocido de esta celebración
En Alguien en algún lugar, Rémy (François Civil) y Mélanie (Ana Girardot) viven realmente cerca el uno del otro. Ella es una bióloga cuyas citas con pretendientes se multiplican sin encontrar realmente uno que merezca la pena. Él tiene problemas para dormir, no ama su trabajo e inicia un tratamiento con un terapeuta. Ambos se encuentran en sinfín de ocasiones, pero ninguno llama la atención del otro. ¿Qué comparten? La soledad y una insatisfacción crónica. Al parecer, podrían ser el uno para el otro, pero la saturación de la gran ciudad es un obstáculo.
En SensaCine México conversamos con Cédric Klapisch y compartió su sentir de nuevamente encontrarse en una celebración del cine francés: “Siempre me han encantado los periodistas mexicanos porque hacen preguntas que nadie más hace”, declaró el director de al ser cuestionado por la modernidad de su película y el vacío que experimentan tanto Rémy como Mélanie: “Es cierto que esta cinta habla sobre la modernidad y crea una especie de frialdad, incluso hay un personaje dentro de la historia que representa lo cálido, contrario del resto de los personajes. Las redes sociales más que conectarnos nos separan. Yo creo que la vida moderna crea esto…”
Cuando he estado en México es distinto que hablarnos a través de una pantalla; en la película trato de decir que no es lo mismo cuando dos humanos se hablan frente a frente que cuando se hablan a través de una herramienta informal.
En Alguien en algún lugar se habla sobre la pérdida y este fue una de los temas cuestionados al director, a pesar de que todo gira en el tono de comedia romántica, al más puro estilo de Sintonía de amor o Señales de amor, filmes estadounidenses que juegan con estas premisas, pero cuyos personajes no tienen los padecimientos que Kapisch le da a sus protagonistas: “En todas mis películas trato de fabricar la comedia o la emoción y trato de tomar situaciones emocionales que provoquen comedia y que a la vez, toquen esas emociones y conmuevan”. Esta es una realidad, ya que a pesar de que los personajes centrales pasan por escenarios hilarantes (nada alejados de la realidad) son sus síntomas los que enternecen.
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El cineasta confirmó que se entrevistó con cinco psicólogos y psicoanalistas para crear a los personajes. Curiosamente estos especialistas le confirmaron que en los últimos 10 años han tenido más pacientes que nunca. Las redes sociales en gran parte crean soledad y depresión lo cual resulta paradójico: “Es curioso, me di cuenta que nunca había puesto en mis películas personajes psicoanalistas a pesar de todo. En la actualidad la gente está alejada una de otra y como yo hablo en este filme de dos personas que se encuentran aisladas, tenía que integrar estas personas que ayudan a los demás a sanar”.
Respecto a la evidente química de los actores protagonistas, quienes a pesar de compartir escena interactúan muy poco y aun así es palpable que algo ocurre entre los dos, Cédric Klapisch confesó: “Yo ya había hecho una película con ellos, ambos eran hermanos en una cinta anterior y es cierto que ya tenían una buena química entre ellos. Son dos actores que suben y sólo necesitarán que sean pacientes para que vean a estos dos actores, van a ser sumamente famosos y conocidos, ya son importantes, pero lo serán más en el cine francés. Es cierto que hay es química entre ellos, dado que la película habla mucho sobre que la palabra es más importante que los medicamentos y ellos dos toman medicinas dentro de la ficción y lo que los salva es hablar con los demás”, es curioso que lo diga, porque lo que menos tienen ambos intérpretes durante el largometraje son diálogos y ahí también se crea una comunicación.
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Algo importante dentro de Alguien en algún lugar es la inspiración que Klapisch obtuvo para contar la historia: “Los personajes están influenciados por mí. Cuando tenía 20 años tuve un periodo depresión, algo corto y tenía problemas para dormir y fui a un psicoanalista y me sorprendió que bastara con hablar. Los psicoanalistas de la cinta contaron casos que fueron anónimos y sirvieron para el filme; retomé elementos para desarrollar a Rémy y Mélanie”.
Alguien en algún lugar se encuentra de forma simultánea en cines de 73 ciudades de la República Mexicana como parte del Tour de Cine Francés 2020, que se desarrolla del 8 de octubre al 11 de noviembre del año en curso.
