La noticia ha impactado con fuerza a la industria cinematográfica nacional. No se esperaba una manera tan expedita de acabar con el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE). O tal vez algunos sí. El fideicomiso federal que ha apoyado al cine mexicano por 18 años y cientos de películas desaparecerá en próximos días si no se hace algo y pronto. En SensaCine México, platicamos con Nicolás Celis, productor de la multiganadora Roma de Alfonso Cuarón, en donde comparte su preocupación y sentido de urgencia. De alguna manera, él sí se las olía.
“Es algo que ya se venía anticipando –acepta el también productor de La región salvaje– Lo que nos demostraron ayer los diputados es lamentable. Como comunidad artística a diferencia de otros gremios somos organizados, hay Academia, cámara… muchísimos grupos que participan activamente en la vida pública del país, a final de cuentas es como una tomada de pelo. En las democracias las cosas cambian, se mejoran, se planteen reestructuras, pero siento que no lo hicieron correctamente; demostraron que no les interesa”.
Y es que para Celis y más involucrados en el cine mexicano, el problema es que lo anterior no tiene un plan aterrizado para futuro, pese a las promesas del Estado sobre que algunos incentivos a la industria continuarían: “Es bastante decepcionante que no hayan presentado primero un plan de reestructura para que se entendiera más como una transición; eso es lo importante”, reveló Nicolás Celis, quien ganó varios premios con Pájaros de verano y Heli: “No es una cuestión de si las películas mexicanas son buenas o malas. Era muy fácil decir en qué se iba a transformar, qué se iba a mejorar, porque no funciona nada más enterarse por un comunicado, es lo más triste. Se está confundiendo con que los cineastas quieren becas, quieren vivir en el privilegio, creo que eso no es la discusión”.
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El asunto con el FIDECINE ha resultado en nuevas consternaciones sobre lo que ocurrirá con las producciones nacionales: “Lo que me preocupa es cuánto tiempo va a tomar recuperarse con estos cambios”, dijo el productor de La fiera y la fiesta y Tempestad: “Este año el IMCINE perdió casi todos sus recursos, está todo parado no sólo por la pandemia y con esto va a haber un retroceso institucional en cuanto la producción, distribución, exhibición...”
Vamos a perder 10 años de pasos firmes, porque ha crecido con ese capital semilla que ha dado el Estado y que ha incentivado para ser competitivos con lo que no quedó en el Tratado de Libre Comercio por un lado y por el otro para contrarrestar con la fuerza de Hollywood y el lado cultural de tener una cinematografía propia.
Cabe destacar que otros involucrados en la industria cinematográfica mexicana como Everardo González (director de La libertad del diablo), Gael García (el actor y director) y más han externado su preocupación en redes sociales, así como lo hizo también Guillermo del Toro: “Sólo queda IMCINE, la lucha ahora es que a través del instituto se puedan recuperar las funciones de promoción y financiamiento”, compartió en su Twitter el cineasta detrás de La forma del agua: “Yo seguiré buscando apoyar a los nuevos cineastas y a nuestros talentos de animación. La paradoja es que FIDECINE tenía resultados y transparencia”.
No hay duda de que la situación de las artes, la ciencia, la investigación sufrirán con la pérdida de 109 fideicomisos como se tiene propuesto. Sin embargo, Celis rescata la unión que se ha mantenido en el gremio cinematográfico, involucrado nombres como el de Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y el mencionado Guillermo del Toro. “Más que por hacer un show, es demostrar unidad”, recalca. Y necesitamos esa unidad para revertir una de las más grandes amenazas al cine nacional. Estemos atentos a lo que pase en los siguiente días.