La presencia de Cannes también se sintió, ya que tras su cancelación se anunció una selección de 56 películas que llevaron el sello de aprobación, por decirlo de alguna manera. Aproximadamente una quincena de estas producciones formó parte del programa de Toronto, entre lo que destacó lo nuevo de los realizadores Francis Lee, Naomi Kawase, Thomas Vinterberg y François Ozon.
Ammonite, de Lee, no fue mostrada a la prensa (con algunas excepciones), pero recibió reacciones muy variadas a pesar de la unanimidad sobre la supuesta gran actuación de Kate Winslet. Kawase y su True Mothers siguen la misma línea de su cine bonito y conmovedor, en este caso sobre la historia de un par de mujeres, el proceso de adopción en Japón y la interpretación de la maternidad.
Another Round, lo nuevo de Vinterberg, es comandada por un estupendo Mads Mikkelsen en la historia de cuatro profesores aburridos de su vida que deciden probar la teoría de que el humano nace con 0.5% menos de alcohol en la sangre del que necesita, por lo que hacen el experimento de mantenerlo constante y, como es de esperarse, se les sale de control; es predecible, pero bien lograda. Y finalmente, Ozon llegó con su Summer of 85, película con toda su huella impecable en estética y excesiva en su guion (adaptado de la novela Dance on My Grave), aunque conmueve en su retrato de las memorias y el primer amor. La disfruté de principio a fin.