Con un conmovedor sentido de soledad acompañado de un manto de inocencia y amor, es como Los Lobos, dirigida por Samuel Kishi Leopo, forma parte de la 23 edición del Festival Internacional de Cine en Guanajuato, siendo la película inaugural y como parte de la selección oficial de largometrajes mexicanos. Este hecho despertó enorme inquietud en los cinéfilos de la ciudad de Irapuato, quienes dentro de sus carros presenciaron la función en formato de autocinema y con ensordecedores pitidos de sus claxons, dieron muestra de apoyo a la cinta (nueva medida implementada para la sana distancia por la pandemia).
La historia sigue a Lucía (Martha Reyes Arias), una joven madre que acompañada de sus pequeños hijos Leo (Leonardo Nájar) y Max (Maximiliano Nájar), forman parte de la constante y tormentosa migración mexicana que llega a Estados Unidos en busca de una mejor vida, en donde deberán encontrar un espacio dentro de la sociedad mientras deben vencer la fantasmagórica presencia de la incertidumbre, el miedo y el hambre.
El trabajo de Kishi innegablemente es capaz de mover membranas emotivas al mostrar personajes que se encuentran totalmente expuestos y vulnerables ante una situación que pareciera superarlos sin olvidar el sentido humano que los une, por ello nuestro Director Editorial: Carlos Gómez Iniesta conversió con el cineasta para conocer sus inspiraciones y conexiones personales que llevó a la pantalla con Los Lobos, premiada en la pasada edición del Festival de Cine de Berlín con el Premio del Jurado Internacional de la Generación Kplus y también el Peace Film entregado directamente al cineastas mexicano.
Berlinale 2020: Las reacciones que han generado las producciones mexicanas“Me llama mucho la atención la memoria, las relaciones humanas, la paternidad y maternidad; estos temas llevan a los personajes de un momento de su vida a otro, teniendo un crecimiento. Me gusta que los personajes luchen y me gusta hablar de la memoria de una manera sonora”.
Uriel Linares / SensaCine México
Mientras se llevaba a cabo la función inaugural en el autocinema de Irapuato, una ligera llovizna enmarcaba este momento como un instante surreal parado en el tiempo; en un lujoso automóvil de los años 40, Samuel Kishi, Martha Reyes y los pequeños protagonistas, Leonardo y Maximiliano Nájar, veían una vez más su película mientras era evidente que el resto de los asistentes permanecían pasmados ante la historia de una joven madre, imperfecta y entregada por sus hijos daba su vida para llevar alimentos a casa mientras una pequeña grabadora fungía como vínculo físico entre ella y sus hijos al estar fuera de casa todo el día, elemento que fue inspirado en la vida real de su director.
“El sueño de mi madre siempre fue ser periodista, cuando vivíamos en Estados Unidos luchó por ser periodista y al volver a México se metió a estudiar y logró ser periodista, locutora de radio. Mi memoria siempre ha sido muy sonora, mi madre nos leía muchos cuentos y yo crecí con una mamá en físico y en grabadora, una mamá en radio”.
Uriel Linares / SensaCine México
En las relaciones personales siempre existen vínculos intangibles que sólo pueden ser comprendidos a través de la memoria y el paso del tiempo, esto mismo fue uno de los caminos principales que Samuel Kishi quiso recorrer en la cinta, desde la construcción del guion hasta la reflexión sobre el valor simbólico detrás de sus personajes y sus lazos.
El cine es memoria, un registro de nuestro paso del tiempo.
Uriel Linares / SensaCine México
“Siempre que escribíamos se me hacía como conceptualizar una película fantasmagórica; a la hora de hacer entrevistas a los migrantes me di cuenta que ellos viven como fantasmas del sistema, ocultos entre las sombras entonces toda la película es espectral.”
Los Lobos es una cinta que habla del vínculo inquebrantable entre una madre y sus hijos sin importar la desesperación y el sufrimiento al que estén expuestos como migrantes vulnerables en un nuevo mundo, uno despiadado, pero en el cual se puede encontrar un resquicio de humanidad dispuesta a extender una mano cálida. La cinta inauguró el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, además forma parte de la selección oficial de largometrajes mexicanos en competencia.