'Normal People': Lo bueno y lo malo de la serie de Starzplay

Pensábamos que en pleno 2020 adaptar novelas juveniles a la pantalla grande ya estaba pasado de moda e incluso ya no funcionaba igual como en algún momento pasó con fenómenos tipo Crepúsculo, Los juegos del hambre y hasta Maze Runner, pero el formato y el lenguaje de una serie ha abierto caminos insospechados para la industria del entretenimiento. Esa línea que dividía el cine de la televisión actualmente se ha hecho muy delgada y es difícil de notar porque los elementos que conjugan a las producciones han aumentado en cuanto manufactura y cuidado narrativo y actoral. Es ahí cuando llega Normal People, una especie de coming of age que rebasa los estándares a los que estábamos acostumbrados en los productos televisivos por muchas razones.

Sally Rooney es una escritora irlandesa que con su segunda novela: Normal People (publicada en 2018) logró una serie de reconocimientos, como que su historia se convirtiera en Best Seller y en menos de lo que pensó el material sirvió para adaptarlo a la televisión. Afortunadamente fue tanto el furor que la serie ha generado en Estados Unidos a través de Hulu, que la plataforma de streaming: Starzplay consiguió los derechos para su distribución en Latinoamérica.

‘NORMAL PEOPLE’: LA HISTORIA

Creada por Lenny Abrahamson y Hettie Macdonald, Normal People ha sido clamada por la crítica por su sensibilidad y narrativa, así como por tener una edición que hace que perdamos de pronto el sentido de si lo que estamos viendo es una serie de televisión o una película romántica de cinco horas. La historia sigue la relación a través de los años entre Marianne (Daisy Edgar-Jones) y Connell (Paul Mescal), ambos compañeros de clase en el colegio. Él es un chico popular, exitoso y de clase media. Ella, la chica rica, pero introvertida a la que todos molestan y con una relación familiar ríspida que marca gran parte de su vida por la falta de amor de su madre y hermano.

Las chispas se dan entre Marianne y Connell y encuentran en su química sexual un desahogo inusual para chicos de su edad que incluso fluye a lo largo del tiempo. En la intimidad los dos pueden luchar contra el mundo sin problemas. En el exterior, con la gente normal, no funcionan, no logran llegar al balance fructífero y se ponen el pie innumerables ocasiones para hacerse fallar el uno al otro. Lo cierto, es que estas desavenencias construyen una relación, incomprensible para muchos, pero trascendental para ellos.

‘NORMAL PEOPLE’: LOS PROTAGONISTAS

Daisy Edgar-Jones es una actriz londinense de 22 años, físicamente similar a Anne Hathaway (véanlo y compruébenlo), con experiencia en series como Cold Feet, La guerra de los mundos o Gentleman Jack, pero con Normal People seguramente las ofertas empezarán a lloverle, porque lo que hace aquí es toda una revelación. Su Marianne es indescifrable, compleja, sin caer en el estereotipo de la chica trastornada. Crece alrededor de los 10 capítulos y se convierte en una adulta con quizá más miedos que los que tenía en el colegio, pero es en sus miradas y su porte que Edgar-Jones destaca de sobremanera.

Paul Mescal es un actor irlandés de teatro que debuta a lo grande con Normal People y es la joya de la corona, ya que podemos apostar que los premios o reconocimientos serán varios para su actuación. Su Connell es un semi adolescente imperfecto, contradictorio, lleno de miedos que parecen aumentar mientras da el paso a la adultez en lugar de disminuir, sin encontrar realmente su lugar en el mundo, pero sabe que Marianne es el bálsamo que necesita, aunque no está dispuesto a entrarle de lleno. Mescal es brutal de la misma manera que su contraparte; nos urge que empiecen a hacer más cosas, porque de seguir tienen un futuro increíble en la industria.

‘NORMAL PEOPLE’ EN RESUMEN

Intimista, melancólica, editada con maestría y musicalizada con soundtrack perfecto, Normal People es una de las mejores series del 2020. Llegó en plena crisis sanitaria mundial, sin embargo, no ha sido ignorada. Los fans del libro la han amado y los críticos han caído a sus pies. Pareciera que no pasa nada a lo largo de la serie porque este par de personas necesitan unas cachetadas para despertar y dejarse de tonterías, pero en realidad ocurren varias situaciones.

Pareciera que para una serie juvenil las escenas de sexo son demasiadas, pero en definitiva no son gratuitas y mucho menos morbosas. En Normal People encontrarán una propuesta diferente sobre al amor de pareja truncado, no por villanos de telenovela, ni por el tiempo y por sus propios protagonistas.