Algo para aplaudir en la serie de Netflix: The Politician es la evolución de sus personajes. Prácticamente todos caminan hacia adelante y no se estacan, ya que sus arcos dramáticos son dinámicos y desde la experimentada Dede Standish (Judith Light), hasta el desesperante James (Theo Germaine) tiene maduración. Desde el final de la temporada anterior se podía notar esto, sobre todo en el último episodio, pero ahora las tribulaciones, decisiones y argumentos de los antes estudiantes crecieron para tomar un aire de adultos jóvenes con pación por lo que hacen, aunque con ética y moral manipulable.
Estrenos Netflix México (19 al 25 de junio del 2020): 'The Politician', 'La red avispa' y másInfinity (Zoey Deutch) tiene un papel algo relegado, pero interesante, ya que pasó de víctima de las atrocidades de su abuela, a una chica independiente, empoderada, preocupada por la conciencia social y que está haciendo algo para que cambien las cosas. Por otro lado, Astrid (Lucy Boynton) sigue en su camino de autodescubrimiento, aunque esta vez está más consciente de lo que representa e incluso sabe el camino que debe seguir, aunque no sabe cómo llegara hasta él.
Alice (Julia Schlaepfer) resonó mucho más en los episodios de la segunda temporada y lo hace de una de las mejores formas, ya que toma el rol de la conciencia del político y lo poco humano que puede llegar a convertirse; una identidad tóxica que se va extendiendo entre sus cercanos y que debe decidir si quiere abrazar o no este tipo de carácter. Ahora sí se nota la importancia que ella misma debe darse, a final de cuentas, es uno de los personajes más inteligentes de la serie cocreada por Ryan Murphy.
'The Politician': 10 cosas que debes recordar antes de la temporada 2Y obviamente no podemos dejar de lado a Payton (Ben Platt), quien aún está dubitativo sobre la personalidad que debe abrazar. Esta vez tiene menos contacto con su “sombra”: River (David Corenswet), ya que muestra mayor entendimiento del trabajo político por hacer y con el que es imposible no ensuciarse las manos. Emocionalmente también ha madurado y ya no es un chico tan obsesivo sobre la meta que quería anteriormente, pero su pasión interna sigue encendida para aprovechar las oportunidades.
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