Hablar de Silvia Pinal es sinónimo viviente de la Época de oro del cine mexicano, en la que diversas producciones brillaron a nivel internacional y lanzaron a la fama no sólo a la actriz, sino también a intérpretes de la talla de Pedro Infante, Jorge Negrete, Dolores del Río, entre otros. Sin embargo, hasta la actualidad aún somos testigos del legado de Pinal en la pantalla grande y chica y que ha trascendido por generaciones enteras, comenzando a principios de los años 50 que comienza a despuntar como histrión, pasando por el popular programa de televisión: Mujer, casos de la vida real, hasta llegar a una teleserie biográfica que retrata varios momentos de su vida: Silvia Pinal, frente a ti.
Pero ahora, toca el turno de hablar de uno de sus pasajes más gloriosos y polémicos de su carrera. Su trayectoria como actriz comenzó en el teatro y de ahí rápidamente brinco al cine y protagonizó varios clásicos nacionales como: Un extraño en la escalera, Un rincón cerca del cielo, El ángel exterminador, entre otras. No obstante, una película la marcó: Viridiana, dirigida por Luis Buñuel (Un perro andaluz).
La actriz trabajó con Buñuel en varias ocasiones, sin embargo, con la mencionada película viajaron hasta Cannes para triunfar a lo grande, ya que en 1961 se llevó la Palma de Oro, el máximo reconocimiento en el mencionado festival de cine francés, lo que hasta la fecha la convierten en la única coproducción mexicana en conquistar el premio.
Pero cuando se destapó su victoria, como era costumbre para las películas de Buñuel, llegó una crítica dura de varios países, incluidos el Vaticano, ya que no estaban de acuerdo con la trama que sigue a una novicia (Pinal) que renuncia a sus votos a raíz de una situación delicada con su tío y de índole sexual. Tras esto comienza a hacer caridad cristiana, aunque no recibe una respuesta positiva de la comunidad en donde se encuentra.
La historia provocó el enojo de España, sobre todo porque era la época en que el dictador Francisco Franco era el líder del país, por lo que prácticamente el que se haya rodado en España es un logro en sí mismo. De hecho, no fue hasta 1977 que Viridiana se pudo proyectar en suelo español, más de décadas y media después de su estreno mundial; en Italia, también se censuró el contenido del largometraje.
Se ha mencionado que para preservar la cinta de ser destruida por órdenes de mandatarios importantes, Silvia Pinal tuvo que esconder en su equipaje una copia y viajar hasta México, gracias a ello se pudo conservar una de las películas que más han destacado en la trayectoria de Luis Buñuel. Ya en nuestro país recibió el Premio Nacional de Bellas Artes del gobierno mexicano, sin embargo, también fue hasta la segunda mitad de la década de los 70. Vaya cosa la que vivieron Pinal, Buñuel y los involucrados en Viridiana.