Siempre es un buen momento para recordar a nuestras grandes estrellas del cine mexicano, especialmente aquellas que glorificaron la recordada Época de Oro. Además debemos mantener nuestra mente cinéfila activa de algún modo, por ello hablaremos del legendario Arturo de Córdova, quien fue un auténtico referente en nuestra industria y en la actualidad sigue siendo recordado con cariño y enorme respeto. Incluso se le hace un homenaje en la serie Silvia Pinal, frente a ti.
Y no sólo eso, en voz de la mismísima Silvia Pinal menciona que “por más de una razón, Arturo de Córdova era un sueño inalcanzable” Además durante el quinto episodio de la teleserie se muestra cómo fue el primer encuentro entre este par de leyendas actorales, el cual a pesar del sorpresivo cambio de guion que el propio Arturo ordenó para Silvia. ella lo resolvió impecablemente y de paso comenzó a sacar chispas la química dentro y fuera de los sets de rodaje.
Esto nos hizo indagar en la alucinante vida de Arturo de Córdova. Todo comenzó en Mérida, Yucatán, para ser exactos el 8 de mayo de 1908; hijo de Arturo García Pujol e Isabel Rodríguez Echeverría Muro, cubanos que decidieron radicar en México hasta que Arturo García Rodríguez (verdadero nombre) cumplió siete años, a partir de ese momento su vida le llevaría a vivir en diferentes países: Estados Unidos, Argentina y Suiza, donde terminó estudiando idiomas, por lo cual adquirió una base políglota de la que más tarde sacaría provecho.
FACETA COMO PERIODISTA Y LOCUTOR
Para 1928 decidió volver a Argentina y comenzó a trabajar como corresponsal para la United Press, fue justamente aquí donde adquirió un ligero acento argentino que lo siguió a todas partes y por el cual sería tan distinguible. Y para 1932 decidió volver a Estados Unidos, no sin antes hacer una parada en su natal Mérida, pero fue allí donde conoció a Enna Arana Dominguez, de quien se enamoró rápidamente e incluso tuvieron cuatro hijos: Arturo, Alonso, María Lourdes y Enna.
Debido a su nueva familia, Arturo claramente optó por permanecer en Mérida mientras trabajaba por locutor, su preparación en idiomas y múltiples culturas le otorgaron un tono de voz y dicción que lo volvían perfecto para esta profesión. Además se hizo famoso por su elegante estilo, por ello se aventuró a probar suerte en la Ciudad de México; su talento innato le hizo entrar a la legendaria XEW, su voz tomó tanta popularidad que el cine estaría dispuesto a brindarle una oportunidad.
INCURSIÓN EN EL CINE
Su primer trabajo actoral se lo otorgó el famoso realizador, Arcady Boytler a.k.a. El gallo ruso en la cinta Celos (1935) en la que compartió créditos con uno de los nombres más grandes en la historia del cine nacional: Fernando Soler. A partir de este momento jamás dejó su nueva profesión y por la que se escribiría su nombre con letras de oro, además seguiría el consejo de su amigo periodista, Roberto Cantú Robert en sustituir sus apellidos García Rodríguez por de Córdova, dándole un aire artístico que se adaptaría fácilmente a su personalidad.
Una película tras otra fue como vivió por varios años y con ello comenzó a hacerse de un nombre relevante en la pantalla grande del país, especialmente por su estilo tan particular en cintas pertenecientes a la Época de Oro gracias a su fama al tomar papeles que se balanceaban entre emociones dramáticas que lo llevaron interpretar con creces personajes cubiertos por un manto de oscuridad que nos recordaban la complejidad del ser humano.
Su talento artístico le llevó a trabajar junto a verdaderas leyendas del cine como Roberto Gavaldón, Joaquín Pardavé, María Félix, Elsa Aguirre, entre muchos más. Por supuesto con el paso del tiempo también se convirtió en una súper estrella del cine mexicano. Esto le abriría puertas en el extranjero y comenzaría a fusionar sus conocimientos lingüistas con su creciente faceta actoral.
PELÍCULAS EN HOLLYWOOD
Entre 1943 y 1944 vivió uno de sus grandes momentos en el panorama internacional al trabajar dentro de Hollywood en cintas como ¿Por quién doblan las campanas?, cinta ganadora del Oscar dirigida por Sam Wood y protagonizada por dos auténticos titanes del séptimo arte, los multipremiados Gary Cooper e Ingrid Bergman; otra cinta que destaca es Rehenes, en la cual compartió créditos con la aclamada intérprete alemana Luise Rainer; no podemos olvidarnos de la película El pirata y la dama, donde fue retratado junto a la icónica Joan Fontaine.
Cada proyecto al que Arturo de Córdova se sumaba en Hollywood era para compartir escenas con -al menos- un aclamado ganador del Oscar; realmente sus estándares en el extranjero apuntaron a lo más alto. Por supuesto jamás se alejó por completo del cine mexicano ya que años más tarde continuó trabajando en el país, incluso en coproducciones México y Estados Unidos como lo fue la dirigida por Roberto Gavaldón: Aventuras de un casanova.
Fue así como Arturo de Córdova no sólo se convirtió en una de las estrellas más grandes que jamás haya visto el cine nacional, también es recordado con gran aprecio dede Hollywood al compartir emotivas escenas junto a un sinfín de máximas estrellas del cine mundial. Lamentablemente falleció el 3 de noviembre de 1973 a los 66 años de edad en la Ciudad de México a causa de un accidente cerebrovascular. Es por ello que te recomendamos revivir varias de sus películas y sacarle provecho a estos momentos de encierro.