Después del confuso final de la cuarta entrega de La casa de papel supimos que Álex Pina (creador de la serie) y Netflix optaron por dividir en al menos tres partes el atraco al Banco Nacional de España. Teniendo en mente la situación hostil que se vive dentro del recinto, pensamos que un acto heroico sería una buena salida y para ello Palermo (Rodrigo de la Serna) sería el indicado.
Para desarrollar esta teoría el punto de partida necesariamente saldría de la aguda mente de El Profesor (Álvaro Morte); por alguna razón Marsella (Luka Peros) transportó en helicóptero a Lisboa (Itziar Ituño) y así reunirse con el resto de la banda, algo se está planeando en secreto. Sin embargo, ya hemos subestimado demasiado a la policía y su paciencia superó el límite, no habrá más treguas.
PALERMO ES LA CLAVE
A veces se requiere de personajes cortados a la medida para situaciones de extrema crisis, no precisamente deben ser los más valientes, ágiles o fuertes, pero sí aquellos que tengan sus ideales bien claros y no los traicionen a pesar de la situación. En el grupo de atracadores Palermo es el único con estas cualidades, él fue quien cocreó el plan maestro del asalto al banco y en repetidas ocasiones nos hizo saber que daría todo con tal de volverlo realidad.
Sabemos que su personalidad está conformada por un profundo odio a la vida y nació poco después de la trágica muerte de Berlín (Pedro Alonso), quien fue su mejor amigo e intocable amor platónico; esta combinación sólo le ha traído enemistades, sin embargo, en el cierre de la cuarta temporada descubrimos una conmovedora evolución, finalmente aceptó que ha lastimado a muchas personas y ahora sólo busca ser una mejor persona, es tiempo de serlo.
Esto surge en una conversación con Helsinki (Darko Peric) en el cuarto episodio titulado “Plan París”, después de capturar a Gandía (José Manuel Poga) el par de personajes están sentados en el suelo rebosante de vidrios y pedazos de concreto que demuestran parte de la guerra que se está viviendo.
“Lo siento. Yo soy el responsable directo de toda esta mierda, no calculé el dolor que te iba a generar, lo siento mucho. El dolor es usurero: contraes una deuda con él, no la pagas nunca más”, confesó Palermo a Helsinki mientras le explicaba el motivo para dejar atrás el pesar que le generó el desgarrador asesinato de Nairobi (Alba Flores), argumentando que él sabía perfecto a qué lugares emotivos llegaría, de los cuales no hay escapatoria ya que pudren el alma.
Es este emotivo momento que muestra uno de los actos más humanos y bondadosos de Palermo en la serie: “corres el riesgo de convertirte en este monstruo miserable que soy, tipo que arruina todo lo que toca, alguien que busca morirse desde hace muchos años. Estoy a tu lado y no te dejaré caer…”
Mi nombre es Martín Perroti, nací en Buenos Aires, pero vivo en Palermo, Sicilia. Y te voy a sacar de acá con vida, aunque tenga que entregar la mía, hermano.
DEUDA CON EL PROFESOR
Las primeras fases del atraco llevaron a Tokio (Úrsula Corberó) a tomar el control de la misión, degradaron con un golpe de estado a Palermo y terminó encadenado junto a los rehenes, esto le llevó a idear su propio contragolpe para retomar el mando y le dijo a Gandía cómo podía liberarse. En el fondo, era un plan que tendría el resultado deseado, pero esto no deja de ser una traición.
Por esta razón El Profesor dijo que sería juzgado por sus actos sólo después del robo, la situación ameritaba unión entre cada uno de los compañeros. Y aquí donde encontramos la siguiente pieza: una deuda de honor, para alguien como Palermo su reputación lo es todo y aún más cuando se desarrolla (con altibajos y modificaciones) su plan maestro, por ello y llegando la situación, sería capaz de entregar su propia vida en un acto lleno de amor para encausar su vida y de paso darles la libertad al resto de la banda.
Esto claramente demostraría que Palermo y Berlín provienen de la misma escuela metódica y de honor, repitiendo uno de los arcos dramáticos más sólidos y conmovedores de toda la serie. Ya de paso y con una perspectiva única podrá reunirse gracias a un acto heroico con su amor de vida: Berlín.
Sin duda alguna, Palermo es uno de los personajes más feroces de La casa de papel y a pesar de ser de los miembros más nuevos del equipo, su personalidad y de paso la destacada interpretación de Rodrigo de la Serna que le dio un sentido despiadadamente humano (sin él no sería lo mismo), convierten al nacido en Buenos Aires en un personaje digno de respeto y quizá se cuele entre los primeros lugares de popularidad entre los fans. Esta fue nuestra teoría del destino heroico que creemos tendrá el gran Palermo.