La cabaña es una de las películas disponibles en el catálogo de Netflix que lleva varios días en el top 10 de la plataforma de streaming, y es que su mensaje ha tocado a varios suscriptores quienes han expresado su opinión en redes sociales. Sin embargo, no muchos conocen la historia detrás del libro original en el que se basa la cinta y que tiene un contexto crudo y hasta en algún punto desolador, pero que sirvió como experiencia de vida para crear una novela que se volvió exitosa en ventas e hizo a Hollywood voltear su mirada para adaptarla a la pantalla grande.
William Paul Young es el autor de la novela homónima publicada en 2007, pero lo curioso del asunto es que antes de volverse un bestseller y vender millones de copias alrededor del mundo, la creación era personal y limitada a un público muy reducido. Originalmente el escritor fue orillado por años por su esposa a colocar todas sus preguntas religiosas y cuando por fin lo terminó sólo imprimió 15 copias y las repartió a sus seis hijos y algunos amigos como regalo de Navidad.
Era en los trayectos en tren que realizaba Young a uno de los tres trabajos que tenía que se dio el tiempo para escribir, sin embargo, cuando sus allegados leyeron el texto quedaron más que contentos con la historia y algunos de sus amigos comenzaron a prestar el libro a sus conocidos, por lo que comenzó la recomendación de boca a boca y ese tiempo invertido plasmando las palabras en papel rindió fruto.
Sin embargo, los buenos comentarios de su círculo cercano no fueron suficientes para que alguna editorial apostara por su obra y 26 empresas dedicadas a este negocio rechazaron la propuesta lo que motivó a que dos de sus amigos fundaran Windblown Medios, editorial que arropó el texto y lo comenzó a imprimir y distribuir de forma masiva, generando así ventas millonarias alrededor del mundo y logrando que Lionsgate y compañía se acercaran al libro para adaptarlo a la película La cabaña.
Si bien es un final feliz, para que William tuviera la inspiración necesaria para escribir su relato vivió una dura niñez, ya que sus padres eran misioneros y durante mucho tiempo vivió con una tribu de Nueva Guinea que su familia buscaba guiar hacia el camino del cristianismo. El problema es que los habitantes de ese lugar estaban muy rezagados y sus condiciones de vida eran precarias, por lo que el autor incluso sufrió abuso sexual. Con todo esto su camino por la religión no desapareció, pero a la larga comenzó a hacerse preguntas que plasmó en su libro.
Fue a raíz de esas experiencias de abuso, incertidumbre (ya que en algún punto pensó que la tribu iba a matar a sus padres) y de dolor que tomó su experiencia de vida y la plasmó en un libro que hasta nuestros días está tocando a varias personas sobre todo a través de la película protagonizada por Sam Worthington y Octavia Spencer.