LUGAR #6
Parece broma, pero debemos de empezar por el inicio. Sí señores, 12 horas para sobrevivir: El inicio (2018), se lleva el lugar de deshonor de toda la saga.
Es un 2017 distópico y se supone que nos iban a contar por qué la sociedad llegó a un extremo tal que la NFFA (New Founding Fathers of America) ve la purga como una buena opción de mejora. Pero dan una explicación tan insustancial que pierden toda oportunidad de darle sólidos motivos cívicos ––si así se podría llamarles– a este terrible acto que, por lo que aquí muestra, raya en la eugenesia. Además, ¡la ganadora del Oscar Marisa Tomei intepreta a una doctora en psicología tan unidimensional que es doloroso!
Lamentablemente, esta historia más bien se enfoca en una batalla de narcotraficantes en Staten Island, Nueva York, donde principalmente viven latinos y afroamericanos (ya saben los revoltosos de siempre). Luego se transforma en una misión de rescate con un protagónico a cargo de Y'lan Noel capaz de acabar con todo un ejercito de supremacia blanca dentro de un edificio. Es curioso, eso sí, que aquí también vemos la semilla del movimiento antipurguista que en 12 horas para sobrevivir es tan imporante.
Durante la promoción de la película Jason Blum nos dijo que las purgas podrían ser reales durante la presidencia de Trump, algo que no pocos imaginan cuando la analizan detenidamente. Con El inicio es la primera vez que el creador del concepto, James DeMonaco, presta la silla de director y se la da a Gerard McMurray. No estoy seguro de que el bajón sea culpa de él, porque las secuencias de acción y violencia son buenas. Las fallas vienen desde un guión soso escrito por el propio DeMonaco. Pulgar abajo.
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