Gracias a los servicios de streaming como Netflix es como podemos ver un montón de películas y series que quizá en otro tiempo nunca hubieran llegado a México. Y es que la plataforma tiene en su catálogo no sólo producciones provenientes de Estados Unidos, sino que les da salida a títulos provenientes de otras partes del mundo, como el caso de Milagro en la celda 7, cinta turca que no es original de Netflix, pero debido a su distribución está llegando a muchas personas y las ha hecho llorar.
¿DE QUÉ TRATA ‘MILAGRO EN LA CELDA 7’?
Milagro en la celda 7 sigue a Memo (Aras Bulut Iynemli), quien sufre de un padecimiento mental que lo hace comportarse prácticamente como un niño. Él tiene una hija llamada Ova (Nisa Sofiya Aksongur) con quien sostiene una relación muy sana, ya que juegan juntos, se ríen y comparten muchos gustos. Sin embargo, el conflicto llega cuando a Memo lo acusan injustamente de haber asesinado a una niña que resulta ser la hija de un comandante.
Varias situaciones adversas son las que tanto Memo como Ova deben cruzar para tratar de regresar a la normalidad, aunque en un mundo lleno de injusticias, venganza, maltratos y hasta discriminación sus vidas dan un giro mientras hacen frente a todos estos obstáculos.
Cabe destacar que Milagro en la celda 7 es el tercer remake de una película homónima producida en Corea del Sur, estrenada en 2013 y que resultó un éxito mayúsculo en el país asiático, convirtiéndose en uno de los filmes nacionales más taquilleros de su historia. En cuanto a la versión turca que Netflix estrenó también ha marcado pauta, derivando en vítores en su país, además de haberse proyectado en Pakistán, donde nunca se había exhibido una cinta de Turquía.
¿POR QUÉ HACE LLORAR ‘MILAGRO EN LA CELDA 7’?
Varios son los factores por los que Milagro en la celda 7 ha resultado un éxito en Netflix, al menos en nuestro país, donde rápidamente se ha colocado en el top 10 de títulos más consumidos, llegando a ocupar el segundo lugar. El primero de ellos son los protagonistas: Aras Bulut Iynemli hace un trabajo espléndido al interpretar a un personaje con cierto retraso, dotándolo de ciertos manierismos y de un espíritu digno de una persona inocente cuyo objetivo en la vida es disfrutar.
Por otro lado, Nisa Sofiya Aksongur hace que la pequeña Ova sea también entrañable y la relación que sostiene con su padre le dan una química especial, orillando al espectador a pensar en su propia forma de convivir con la familia. Más de los ingredientes que hacen de la película turca algo para llorar, es que hay escenas fuertes en las que la empatía que haces con los protagonistas juega en tu contra y sientes lo que les ocurre; al haber injusticias en la trama es evidente que toca el sentimiento de varios.
Además, hay un ambiente familiar que se genera a lo largo de la película que la hacen algo digno de mirar, por lo que las personas de llanto fácil sin duda estarán soltando las primeras lágrimas muy temprano en la trama, así que mejor ten a la mano pañuelos desechables, porque sí, Milagro en la celda 7 por lo menos conmueve hasta al más fuerte.