El coronavirus tomó por sorpresa al mundo y esto es solo un decir, ya que, aunque desde noviembre pasado empezaron a sonar los primeros casos en China, nadie estaba realmente preparado para lo que seguía ni en cuestiones de sistemas de salud y mucho menos con protocolos o amparos financieros ante tal golpe. De pronto la situación parece la premisa de un filme con el estado actual de miles de personas en el planeta; unos se encuentran luchando contra el padecimiento, mientras que otros están detrás de una computadora confinados en sus hogares como medida preventiva para reducir el contagio.
Hollywood, por su parte, está haciendo videos cantando “Imagine” de John Lennon como en una especie de apoyo al mundo, con buenas intenciones sin duda, pero el acto ha sido duramente criticado, ya que sus proyectos y estrenos se han detenido, sin embargo, su encierro es en grandes casas o departamentos de lujo. Mientras son peras o manzanas, los grandes estudios de cine también están padeciendo los estragos, ya que filmes como Sin tiempo para morir, Los nuevos mutantes, Mulán, Un lugar en silencio: Parte 2, Rápidos y furiosos 9, Black Widow, entre muchos otros han cambiado la fecha de lanzamiento y varios no tienen reagendado su estreno.
La estimación para que las cosas vuelvan a la normalidad ha cambiado de cuarenta días a tres meses y hasta la información espontánea saca datos como 18 meses más; de ser así quebraría de una manera inimaginable la economía mundial. Centrándonos solamente en la industria del séptimo arte la pregunta del millón es: ¿qué hará Hollywood con las fechas de todos los títulos retrasados? ¿Tendrán acaso un plan? Universal en Estados Unidos lanzó cintas como La cacería, Emma y Trolls 2 para su consumo casero; Disney+ adelantó la llegada a su catálogo de películas como Frozen 2 y Unidos, esta última aún se encontraba en cines.
Por otro lado, un fuerte rumor indicaba que Warner Bros. analizaba si lanzar Mujer Maravilla 1984 directamente en streaming, lo cual fue desmentido horas después por el estudio, ya que sí se estrenará en cines, aunque su fecha de estreno puede cambiar. El caso puso sobre la mesa el costo/beneficio que tendrían los estudios de optar por estrenar los blockbusters digitalmente en lugar de una sala de cine, lo que resultaría en un alto riesgo económico; por lo tanto, la medida es esperar el momento justo para poder lanzarlo, aunque esto signifique que se encime con muchos otros estrenos a finales de año.
Un reciente informe ha examinado este caso y aparentemente hay maneras para que Hollywood pueda reponerse. Variety ha publicado que hay espacios oportunos para llevar a cabo los estreno, por ejemplo, en el día del trabajo en Estados Unidos (7 de septiembre), la semana de acción de gracias, la de Navidad y Año Nuevo, además de las dos últimas semanas de agosto. El reporte infiere que debido a que el octavo mes del año es complicado históricamente para los estudios, podría ser el tiempo ideal para lanzar producciones muy esperadas dada la poca variedad de estrenos que hay. Por otro lado, los títulos que ya están programados para esas semanas no implican problema para los grandes estudios; secuelas como Bill & Ted Face the Music, The Hitman's Wife's Bodyguard, Monster Hunter, etc., no representarían una amenaza y podrían balancear la taquilla.
Y es que también la suspensión de varias producciones en pleno rodaje o en etapa de postproducción retrasará la fecha de estreno de una cantidad innumerable de proyectos, lo que servirá para equilibrar la balanza y no afecte el estreno de filmes ya programados como: Dune o West Side Story, ambos para diciembre.
Mientras seguimos en cuarentena esperando que la vida vuelva pronto a la normalidad, la agenda económica sigue cambiando, por lo que incluso el análisis mencionado podría tener grandes modificaciones. De no parar el brote implicaría demorar más estrenos como Jungle Cruise o Top Gun: Maverick. Lo importante es salir de esto, para después buscar los escenarios posibles para mejorar la economía mundial y posicionar una industria tan potente como la del entretenimiento, pero que se encuentra vulnerable ante las inminentes pérdidas que se esperan.