Ahora mismo Élite es la serie más popular del catálogo de Netflix en nuestro país, después de la impactante muerte de Polo (Álvaro Rico), la posibilidad de un spin-off protagonizado por Lu (Danna Paola) y Nadia (Mina El Hammani) y los nuevos personajes que entrarán en la cuarta temporada, entendemos a la perfección que en época de coronavirus sea la exitosa serie española el mejor remedio para la cuarentena.
Por otra parte, Élite es de aquellas producciones que van dejando pequeñas pistas para que el espectador se involucre por completo en la historia, incluso nos invitan a atar los cabos sueltos detrás de tanto drama y suspenso. Es por ello que notamos el inquietante destino que podría tener la carismática y excéntrica Rebeca (Claudia Salas).
Y para ello debemos revivir la última conversación que sostuvo con su madre en la tercera temporada poco después de ser puesta en libertad por falta de pruebas que la vincularan con un negocio turbio, esto sucedió específicamente en el episodio siete que muestra la expulsión de Guzmán (Miguel Bernardeau), Samuel (Itzan Escamilla), Valerio (Jorge López) y por supuesto la rebelde Rebeca.
Esto sucede poco después que su madre le hiciera notar que las personas con rostros angelicales, es decir que tienen pinta de inocentes, son de las que más se debería cuidar (haciendo mención a su relación con Samu), más tarde Rebeca nota que su querido Samuel le estuvo ocultando que él delató a su madre al colaborar con la policía e instalar un micrófono bajo la mesa. Todos sabemos los negocios turbios de Rebeca y su madre.
Una vez que recordamos estos puntos cruciales debemos ser claros: Rebeca podría tener un destino sumamente caótico; su madre le dijo en la última reunión que el negocio va viento en popa y que a partir de ese momento sería administrado por “madre e hija, mano a mano”. Esto deja claro que aumentarán la producción de cocaína y duplicarían -al menos- las ganancias.
El estado emocional de Rebeca ha sido dañado por las constantes mentiras de Samuel, desde la colaboración que tuvo con la policía hasta el crush que mantiene por Carla (Ester Expósito). Y de alguna manera Rebeca se ha sentido relegada, razón suficiente para pisar el acelerador a fondo, no dudar en ningún momento y levantar junto a su madre el peligroso negocio familiar.
Pero no debemos olvidar que la policía ya las tiene bajo sospecha, les estarán siguiendo el paso más de cerca e incluso podríamos ver a Rebeca enfrentando amenazas en contra suya o incluso ante Samuel; conocemos de sobra los efectos colaterales de la venta de drogas. Esto nos hace recordar que durante la segunda temporada sucedió algo similar, incluso su madre le dio ordenes al chofer de cuidar a Rebeca en todo momento como un verdadero guardaespaldas.
Y un elemento más, el negocio tiene memoria perfecta, los socios o rivales jamás olvidan; hecho que podría afectar directamente a Samuel, quien trabajó por corto tiempo como mensajero de dicha familia, llevaba dinero y droga de un lado a otro, no vendía, sólo entregaba o recogía paquetes, pero esto basta para hacerse de un notorio historial al que cualquier enemigo podría atribuirse como plan perfecto de intimidación.
Ahora lo sabes, hay elementos suficientes para que el destino de Rebeca e inclusive Samuel esté en verdadero riesgo debido al conocido “negocio familiar”. Y teniendo en mente que Rebeca volvió a Las Encinas (hecho para el que no encontramos justificación alguna) podría incluso exponer a todos los estudiantes. Élite nos ha demostrado que es capaz de mostrar momentos dramáticos e impactantes, por ello creemos posible que decidan subir su nivel de sorpresa al espectador y nos presenten estas historias alternas.