Este es uno de los principales puntos que habíamos tocado anteriormente, pero no habíamos profundizado en el tema como lo haremos a continuación. Claro que es imposible imaginarnos la historia de Mulán sin números musicales, las coloridas letras de una excéntrica tropa del imperio chino y sus pegadizas melodías las volvieron icónicas; actualmente podrías escuchar unos segundos de los temas y terminarías cantando a todo pulmón.
Aunque suene perfecto para llevar nuevamente a la pantalla grande, Disney decidió sacar los números musicales de la jugada y apostar por utilizar únicamente su composición musical y transformarlas en una banda sonora meramente instrumental. De alguna manera podrás reconocer las icónicas canciones de la versión animada, pero no tendrán letra y ningún soldado se imaginará su chica ideal camino a la guerra.
Esto mismo ha sido explicado decenas de veces por su directora, Niki Caro, quien argumenta que prefiere llevar la historia de Mulán desde una perspectiva más realista y objetiva que a través de coloridas canciones que alegren el momento. Tal vez esto podría sonar contradictorio ya que el relato original nació de una canción, pero tendremos que darle el voto de confianza a Caro, tal vez es la perspectiva de la historia que no teníamos idea de necesitar en nuestra vida.
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