Hace unos meses se reportó en un poblado de China un padecimiento inusual que comenzó a aquejar a las personas de aquel país; meses después la alerta de contagio se ha extendido por prácticamente todo el mundo, presentando casos en diversas naciones y con reportes de personas muertas a causa de esto. Nos referimos al Coronavirus, que poco a poco ha sembrado el temor de una pandemia y los primeros casos confirmados han llegado a México, por lo que esto puede tener repercusiones sociales en las que obviamente uno de los afectados sería el cine.
Por experiencia colectiva sabemos que una alerta sanitaria de este tipo desencadena la falta de contacto físico entre personas; desde un simple apretón de manos, pasando por un beso y abrazo y hasta las reuniones masivas, quedan relegadas para evitar un potencial contagio, ya que el virus no precisamente se desencadena inmediatamente después del contagio. Justo en las actividades que usualmente son suspendidas para evitar las conglomeraciones están las visitas al cine, por lo que esta industria podría sufrir fuertes estragos en nuestro país y el mundo.
Para poner un mejor ejemplo de lo que podría suceder si se declara alerta sanitaria por Coronavirus basta remontarnos 11 años en el pasado, cuando el virus de la influenza H1N1 azotó a la población mexicana (y de buena parte del planeta) y provocó que las personas tuvieran que encerrarse en sus hogares para evitar el contacto con más gente. En aquel entonces, las consecuencias de la emergencia derivaron en el cierre de teatros, recintos de espectáculo, sets de grabación y por supuesto salas de cine, ocasionando pérdidas económicas de las que fue difícil levantarse.
En lo que compete al séptimo arte, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) reportó para 2009 un decremento en la venta de boletos a nivel nacional de casi tres millones en comparación con el año anterior, situación inusual, pero consecuencia de la alerta sanitaria que duró más de dos semanas, aunque las personas aún tenían miedo de acudir a eventos masivos tiempo después.
Estrenos como El libro de piedra, Boogeyman 2 y hasta Los fantasmas de mis ex sufrieron de alguna forma en taquilla tras el cierre de los cines y fue hasta la llegada de X-Men orígenes: Wolverine que la situación comenzó a estabilizarse.
Es por ello que, si sucede algo similar con el Coronavirus y las personas son alertadas para permanecer en sus hogares, el cine podría tener una pérdida de millones de pesos, dependiendo del tiempo que dure la alerta sanitaria en dado caso de declararse. Películas como Bloodshot, Un lugar en silencio: Parte 2 y hasta Mulán podrían sufrir las consecuencias, ya que son parte de los estrenos más esperados de marzo. De hecho, en China recién pospusieron indefinidamente el mencionado live-action de Disney justo por el padecimiento, sin dejar de mencionar que otros títulos como Jojo Rabbit, Mujercitas, Dolittle, entre otros tampoco llegaron a salas de ese país por la misma razón.
Eso sí, el que sale bien librado con el Coronavirus son los servicios de streaming como Netflix, Amazon Prime Video, HBO Go, etc., ya que se convierten en la opción casera para suplir las salas de cine y ver contenidos nuevos para entretener a la familia. No por nada las acciones de Netflix han subido, contrario a las de otras compañías.