Si algo caracteriza a la segunda temporada de Altered Carbon es la acción en todos los episodios; cada uno de ellos tiene por lo menos una secuencia de intercambio de golpes, lo que suma espectacularidad a lo contado sobre todo porque no son escenas que estén plantadas por puro capricho, sino que son insertadas con mucho tacto en la trama para que tengan lógica y no sean cansadas de ver. Simplemente estás esperando el momento en que exploten las situaciones para ver quién ganará en un round.
Otro aspecto positivo sobre estas escenas es que están bien coordinadas y se aprecian en todo su esplendor, ya que no son de aquellas con cambios de cámara abruptos para disimular el contacto físico, sino que ves la acción sin problema y prácticamente cada personaje tiene su momento para brillar aquí, no es que sólo Tak o Quell sean los involucrados en las golpizas, sino que sus compañeros también participan. Incluso el uso de armas es recurrente, pero no abusivo, por lo que a golpe limpio muchas veces terminan los conflictos.