Un punto fuerte de Hunters es que no hay timidez para el uso de la violencia y varias escenas de acción están cargadas de sangre y uso de armas. Se agradece este tipo de propuestas ya que le suma puntos en lo espectacular y te deja sorprendido en algunas secuencias. Tristemente no todos los episodios tienen sus momentos de acción y conforme avanza la serie se van diluyendo en el drama que adquiere mayor peso y se va delimitando hasta cerrar la misión a un solo objetivo.
En cuanto a la ambientación, prácticamente no hay nada que reprochar; realmente fueron minuciosos en recrear tanto parte de los campos alemanes donde recluían a los judíos, así como ciudades estadounidenses en la década de los 70. Coches, joyas, cartas, vestimenta y en general el diseño de arte tiene sello de impecabilidad, sin dejar de mencionar que el tema del ajedrez es un buen reflejo de lo estratégico que debe ser el grupo con sus movimientos (aunque las figuras de la intro de cada episodio distan de parecerse a los protagonistas).