La historia ha visto de cerca el infernal mundo proveniente del narcotráfico, sin embargo, no deja de ser interesante el modus operandi de los grandes capos y sus conexiones con las esferas políticas más poderosas en el mundo. Esto ha llevado a Narcos: México a ser una de las series más buscadas en el catálogo de Netflix y con un dramático final en la segunda temporada; su imparable éxito es un hecho. Por ello hablemos de Teresa Ruiz, quien interpretó en la serie a Isabella Bautista, personaje inspirado en Sandra Ávila Beltrán a.k.a. “La Reina del Pacífico” y que se robó varias miradas en ambas entregas.
Una de las características que mejor describe a Narcos: México es la fidelidad para retratar muchos temas políticos y sociales que existían en los 80; uno de ellos, y que lamentablemente sigue presente hasta la actualidad, es la desigualdad de género, potenciado por el machismo y aún más en aquellos tiempos. Por ello el papel de Teresa Ruiz cobra aún más valor.
En entrevista con WMagazine, Ruiz profundizó sobre su experiencia tomando el papel de Isabella Bautista y la clara inspiración que tuvo con Ávila Beltrán, una de las mujeres más poderosas en el narcotráfico mexicano, que para los años 80 se convirtió en el mayor distribuidor de cocaina y marihuana en Estados Unidos y Europa. En verdad un sólido imperio liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo (interpretado por Diego Luna en la serie de Netflix).
"Alguien me había dicho que iban a llevarla (la serie) a México y sabía que este personaje iba a aparecer porque sabía que había una mujer en los años 80 que había hecho esto y su historia siempre me había intrigado. Básicamente me preparé para interpretar a esa persona real, al igual que Diego Luna interpreta al verdadero Miguel Ángel Félix Gallardo y Tenoch Huerta interpreta al verdadero Rafael Caro Quintero.”
Tras el éxito de la primera temporada, comenzaron a surgir posibilidades de conocer a verdaderos narcotraficantes y tener conversaciones que, si los actores querían, podrían tomar para darle mayor realismo a sus interpretaciones, sin embargo, esto nuca sucedió ya que ningún actor quiso sumergirse de tal forma y prefirieron mantearse distantes de los verdaderos protagonistas.
“No queríamos conocer a personas reales, ni siquiera a miembros de la familia. Incluso si se comunicaron, no queríamos conocer a ninguno de ellos. Especialmente porque después de hacer toda la investigación comenzamos a crearlos a partir del guion.”
Y como lo habíamos mencionado, Ruiz tuvo un mayor reto al tomar un personaje que, además de buscar ascender en el narcotráfico, era constantemente subestimado por el simple hecho de ser mujer, elemento que volvió más profunda la historia de Isabella Bautista: "Ella camina sobre la cuerda floja porque en la sociedad de narcos en la que nació, refleja todas las cosas culturales que la sociedad impone…”
Como, los hombres son los que están en la cima, las mujeres están allí para casarse y tener hijos. Se suponía que este era su futuro, pero era una mujer que decidió salir de eso.
Por esta razón, Isabella o mejor dicho: Sandra Ávila Beltrán, debía buscar la forma de dejar atrás estas implicaciones sociales con raíces en el machismo y, de manera astuta, encontrar la mejor forma para ganarse un lugar en el narcotráfico sin perder su estilo de moda ni su verdadera personalidad.
“En los años 80, por su aspecto, era muy sensual y la moda era parte de quién era. Era extravagante y no se disculpaba. Unir todos esos elementos y tener una mujer que al mismo tiempo está en busca de poder, fue difícil. Fue difícil ser poderosa sin perder la sensualidad o el encanto. O ser fuerte sin perder el coqueteo.”
Dentro de su investigación que le llevó a darle fondo y forma a Isabella, se encontró con inusuales registros periodísticos, mismos que irónicamente seguían rebajando los actos de una mujer criminal, sí, una vez más sólo por ser mujer: “cuando hice la investigación para ese período de tiempo muchos de los artículos de periódicos que encontré decían cosas como: 'No hay forma de que una mujer pueda haber hecho esto. No hay forma de que una mujer haya luchado contra este cártel de drogas.”
Y continuó: “‘no hay forma de que los líderes masculinos de un cártel hubieran permitido que una mujer creciera a esta altura’. Y pensé, esto es tan interesante cómo una mujer no solo recibe una reacción violenta cuando hace cosas increíbles y geniales, sino que incluso cuando hace cosas criminales, ni siquiera allí obtiene crédito…”
Es como, ‘¿en serio? ¿Ni siquiera por las cosas malas podemos obtener crédito?’ Ya sea que hagas el bien o el mal, nunca estarás a la altura.
De este modo Teresa Ruiz presentó a uno de los personajes más relevantes de Narcos: México, quien además de tener la conexiones pertinentes a lo largo del país, decidió tomar iniciativa propia y crear su propio cártel sin miedo a represalias de Félix Gallardo y otros. Y ahora que conocemos el complejo trasfondo social al que Ruiz tuvo que hacer referencia, sin duda nos parece aún más interesante la vida de Isabella Bautista o mejor dijo: Sandra Ávila Beltrán.