Por otro lado, el resto de las chicas están en Madrid. Al parecer el asunto de legal de Carlota quedó atrás, ya que trabaja en la empresa telefónica a pesar de que sirve como refugio para afectados de la guerra y como ayuda internacional para asuntos gubernamentales. Su relación con Óscar (o Sara) no está en el mejor momento, mientras que entabla una nueva interacción con James Lancaster (Alex Hafner), un extranjero que se une a las chicas en la búsqueda de Sofía. Óscar tiene que volver a mostrarse ante la sociedad como Sara debido a los disturbios políticos y a una amenaza del gobierno. Ciertamente, nada nuevo.
Uno pensaría que la ausencia del personaje de Ángeles significaría una pérdida real para la serie y realmente no fue así. No mal entendamos, el trabajo que hace Maggie Civantos es sobresaliente y para prueba véanla en otro seriado español llamado Vis a Vis, pero su muerte en Las chicas del cable fue acertada. La actriz supo retirarse y decir adiós; su arco narrativo ya bordeaba los límites de lo risible e incoherente como muchas otras tramas del seriado. Sin embargo, su nombre se menciona en muchos momentos, por lo que el alma de la serie: la amistad de las cinco chicas sigue presente.
Marga tiene un conflicto mucho más dramático esta temporada. A su esposo lo enlistan en la milicia y lo mandan a la guerra mientras ella recibe la noticia de su embarazo. Sin contar más allá, hay por ahí una vuelta de tuerca en su historia que resulta graciosa y una bocanada de aire fresco entre todo el drama de Lidia. Lo que les depare el resto del trayecto para el final no parece tan promisorio, ya que sus historias de nueva cuenta parecen acercarse a un cierre, pero ya veremos en la segunda parte y principalmente el gran final.
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