La primera temporada en verdad quedamos sorprendidos por el trabajo de efectos especiales que implementaron con mayor fuerza para el último episodio, ya que ese demonio tipo siete en verdad se veía espectacular, sin dejar a un lado que cuando veíamos los reflejos de estos seres en los espejos o en las peleas en la arena lucían bien. Sin embargo, para la segunda entrega este aspecto se vio reducido en gran parte.
No hay tanto demonios rondando por ahí, ni tampoco vemos luchas entre estos seres tan seguido, restando espectacularidad a lo contado. Sí hay participación de Ahuizotk y no se ve mal, pero realmente se recargan en el uso de efectos visuales prácticos (y por ende menos costosos) utilizando la iluminación a su favor para crear sombras que asemejen a los demonio y tomas en las que se engañe al ojo con la perspectiva.
Particularmente es frustrante el recurrente uso de la luz prendiendo y apagando rápidamente para evitar que se vean con detenimiento las peleas, además de que las tomas son fugaces y cambian constantemente. Esto obviamente para personas epilépticas es un riesgo, pero más allá de eso te dejan con ganas de ver sin obstáculos visuales los enfrentamientos.
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