El nuevo filme de Sam Mendes (Belleza americana): 1917 recién obtuvo 10 nominaciones para los Oscar, incluido Mejor película, Director y Guion original; las demás categorías seleccionadas son en renglones técnicos, apartado en el que la película brilla al ser una proeza y espectáculo visual pocas veces visto en la pantalla grande. Dentro de sus numerosos reconocimientos en la pasada entrega de los Golden Globes fue la sorpresiva vencedora al llevarse la estatuilla como Mejor filme.
Mendes, quien tuvo su formación en el teatro inglés, es uno de los cineastas cuya filmografía podría considerarse casi impecable y abarcando diferentes géneros; desde retratos sórdidos sobre la familia como en Belleza americana y Revolutionary Road; adaptando novelas gráficas como Camino a la perdición; y llevando al agente 007 a enfrentarse con sus mismísimos demonios en Skyfall y Spectre.
Todo ese trabajo desemboca en una habilidad y precisión minuciosa detrás de la cámara en 1917, ya que aparentemente está filmada en un par de planos secuencia, poniéndonos en el mismo terreno de los soldados, interpretados por George MacKay y Dean-Charles Chapman y cuya misión es entregar un vital mensaje que impedirá un ataque contra las fuerzas alemanas.
Según las notas de la producción, la cinta fue ensayada más de dos veces para poder llegar a la grabación final, pero… ¿en verdad no hay ningún corte durante los 119 minutos de duración? Mendes fue muy sincero y puntual al contestar esta pregunta para Fotogramas:
No, no es un plano secuencia real. Cuando ves la película te das cuenta de que hay un corte. No diré cómo ni por qué, pero los que ya la han visto seguro que saben de qué hablo… Fue una serie de tomas muy largas y montadas juntas.
La complejidad de filmar una cinta de estas dimensiones es alta, abarcando una cantidad de escenarios innumerables y poniendo a sus protagonistas a merced de bombardeos, cascadas y hasta pequeños rincones donde un equipo de filmación difícilmente podría caber. La cinta fue rodada tanto en Escocia como en Reino Unido y las locaciones dependían de una gran cantidad de factores que requirieron una logística de titanes:
Tuvimos que buscar los escenarios adecuados, que no estaban juntos en el mismo sitio. Así que teníamos que ir cambiando un poco de lugar y también cambiando las cámaras de posición. Pero no, no rodamos la película en dos horas.
Entonces, evidentemente recurrieron a trucos y a la llamada “magia del cine” para poder llevar a cabo lo que vemos en pantalla. Esto no demerita el trabajo de Mendes, sino lo contrario, 1917 es genial y digno de premios. Así que corre a verla a tu cine de preferencia ya que ha llegado a cartelera nacional.