Al parecer a la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (que otorgan los Globos de Oro) se le olvidó que existe Netflix y que el año pasado dos de sus producciones originales fueron las más alabadas, tanto por el público como por los especialistas: Historia de un matrimonio, de Noah Baumbach, y El Irlandés, de Martin Scorsese. La ceremonia, comandada por el ácido pero certero humor del comediante Ricky Gervais, terminó con las quinielas de varios de nosotros al premiar, por encima de Netflix, a HBO, Sony, Hulu y Universal, esta última llevándose a casa el premio de Mejor director y Mejor película por 1917 de Sam Mendes, un drama ubicado en la Primera Guerra Mundial.
De las 34 nominaciones que tenía Netflix, se llevó únicamente dos: Mejor actriz de reparto para Laura Dern por Historia de un matrimonio, y Mejor actriz en serie de drama para Olivia Colman por The Crown. A diferencia de HBO, que se alzó con cuatro de los galardones más importantes en el rubro de las series: Mejor actor drama para Brian Cox, por Succession; Mejor actor de reparto para Stellan Skarsgård por Chernobyl; Mejor serie de Drama para Succession, y Mejor serie limitada o película de televisión para el drama Chernobyl, una de las series mejor calificadas por los críticos en el 2019.
En el área de series (lo que supondría un área de oportunidad para Netflix) brillaron producciones de Amazon y HBO, siendo Fleabag (Mejor serie de Comedia, Amazon) y Succession (Mejor serie de Drama, HBO) sus caballos de Troya frente a The Crown, The polititian y El método Kominsky. La serie limitada de Netflix, Inconcebible y sus protagonistas, Kaitlyn Dever y Merritt Wever, tampoco fueron aplaudidas por los Golden Globes, pues le otorgaron el premio de Mejor serie limitada a Chernobyl de HBO, mientras que la ganadora a Mejor actriz en una serie limitada o película de televisión fue Michelle Williams por Fosse/Verdon de la cadena FX.
A la cadena de streaming más popular de estos tiempos también le arrebataron los premios más importantes en el ámbito de películas Sony, Paramout y Universal. El premio al Mejor actor, que una buena parte pensó sería para Adam Driver por Historia de un matrimonio, terminó en manos de Joaquin Phoenix por su personificación como el Guasón en la tan esperada película sobre el villano más popular de las novelas gráficas. Mientras que el galardón a Mejor guion se lo llevó Quentin Tarantino por Había una vez en Hollywood, rompiendo las quinielas de todo aquel que apostó por Historia de un matrimonio de Baumbach. Y, contra toda expectativa, Scarlett Johansson no logró impresionar a la crítica tanto como Renée Zellweger, quien se alzó con el premio a Mejor actriz en su regreso a la pantalla grande como Judy Garland en Judy.
Sin duda resulta descorcentante que Netflix haya sido completamente ignorado en estos Globos de Oro, pero lo que más sorprende es que un director como Martin Scorsese y las leyendas que conforman el cast de El Irlandés (sea una producción de Netflix o no) hayan pasado completamente desapercibidos para Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood. No olvidemos mencionar que los Globos de Oro marcan, prácticamente, la tendencia para lo que resta de la temporada de premios, ¿será que este año Netflix no brillará en el Óscar?