Estamos a unas horas de terminar el año y esto genera un efecto inmediato en nosotros: hacernos reflexionar sobre el cine que pudimos disfrutar a lo largo de los años, específicamente durante la década que -también- está por terminar. En esta ocasión hablaremos de los superhéroes, sin duda un género que llegó para quedarse con impresionantes efectos especiales, personajes icónicos e impactantes marcas en taquilla.
Aún recordamos con una cálida sonrisa en el rostro aquel joven y atrevido arranque del Universo Cinematográfico de Marvel en 2008 con Iron Man, aquella cinta protagonizada por el ahora emblemático Robert Downey Jr., la cual requirió de US$ 140 millones para su realización, ¿sus ganancias? Unos discretos US$ 585 millones. Sí, era otra época y tuvo jugosas ganancias, pero era sólo el inicio de un dorado camino a la cima del séptimo arte.
Y sólo para tener un panorama claro y que nos ayude a remarcar el crecimiento de los superhéroes en la pantalla grande a lo largo y ancho de la década, un titánico contraste es Avengers: Endgame, película hecha con US$ 356 millones y que a su vez significó la conclusión de toda una era del también nombrado MCU. La taquilla registró un total de US$ 2,797 millones en recaudación mundial, algo sin precedentes dentro de este género.
Es por ello que vamos a dar un paso a través de los años y cómo los personajes de antifaz y capa (al menos en papel) se hicieron del pastel más grande y colorido de la industria en gran parte del mundo. Además seamos honestos: todos disfrutamos de vez en cuando de películas taquilleras para dejarnos llevar por sus efectos especiales e historias sacadas de los cómics. En gran medida gracias a los superhéroes en el cine hemos tenido notorios avances tecnológicos para la industria del entretenimiento, esto es innegable.
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