Está bien, Joe suele ser precavido y normalmente planea perfectamente cada uno de sus pasos, lleva años perfeccionando su papel como stalker y asesino, sin embargo, guardar una caja con las pertenencias de sus víctimas en un rincón del techo en el baño… bueno, no fue algo inteligente y por supuesto en algún momento de la historia alguien lo descubriría. Ya sabes, elementos dramáticos.
Y no fue cualquier persona: la mismísima Beck desenmascara a Joe y esto no podía salir a la luz del mundo, por ello de una manera inesperada Joe encierra a su amor obsesivo en la famosa bóveda debajo de la librería, la cual supuestamente fue puesta allí para resguardar del clima a las ediciones más preciadas del negocio.
Aunque claramente esto no funcionaba de este modo, el mismo Mr. Mooney (Mark Blum) le enseñó a Joe la táctica de tortura dentro de esta recámara de paredes transparentes y clima extremo; basta recordar que de este mismo modo asesinó al molesto exnovio de Beck, Benji (Lou Taylor Pucci).
Lo que sigue fue arrebatador y confuso: Joe asesina a Beck ya que trató de escapar de su extraña prisión, de hecho casi lo logra, sin embargo, el pequeño Paco (Luca Padovan), fiel a su único amigo y de paso vecino asesino, decide sólo mirar a la desesperada Beck. Un momento después es arrastrada de regreso, el resto no lo vemos, pero es sencillo deducir el trágico final de la bella escritora.