- Oscar: Argo
- Cannes: La vida de Adéle
- Ariel: El premio
- Mexicana más taquillera: No se aceptan devoluciones
- Más taquillera en México: Mi villano favorito 2
- Más taquillera en el mundo: Frozen: una aventura congelada
- Decepción más grande: El Llanero Solitario
2013 será recordado por redefinir la industria del cine mexicano, no hay más. En lo que iba de la década apenas dos cintas se habían colado al top histórico de asistentes, la mencionada Don Gato y su pandilla del 2011 y No eres tú, soy yo, el primer protagónico de Eugenio Derbéz, del 2010. La que estaba en primer lugar, El crímen del Padre Amaro, llevaba ahí más de una década al haber conseguido $162 millones de pesos y 5 millones de asistentes en el lejano 2002. Y entonces fue cuando nos presentaron a la familia Noble, que le bastó un mes en cartelera para lograr lo imposible: duplicar la recaudación de la película de Carlos Carrera, además de que impulsó la carrera, vaya la redundancia, de su director Gary Alazraki y de sus protagonistas Luis Gerardo Méndez, Karla Souza y, a ti no tanto, Juan Pablo Gil.
Por ese récord hubo celebración en la U de G –o sea, la Única de la Guerrero– cantina que también había servido de locación a la película. Todo era jiji jajaja hasta que el 20 de septiembre llegó No se aceptan devoluciones (antes conocida como El hombre de piedra) Y ahí sí, todo se descontroló: La ópera prima de Eugenio Derbéz, que había estrenado un mes antes en Estados Unidos con gran aceptación, logró recaudar, ¿listooos? ¡$600 millones de pesos y 15 millones de espectadores! Para ponerlo en perspectiva le faltaron dos millones de personas para emparejar a Mi villano favorito 2 en el top 1 anual del país. ¿Alguien se lo esperaba? No ¿Era el inicio del termino blockbuster mexicano? Sí. ¿Fue una venganza poética de Derbéz hacia todos aquellos que se burlaban de su osadía por entrar al cine? Por supuesto. ¿Se ha repetido este fenómeno en toda la década? Un rotundo no.
Junto con la ópera prima del joven Manolo Caro, No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, por primera vez en la historia tres películas mexicanas superaban el millón de espectadores. Otras cintas como Siete años de matrimonio, Me late chocolate y Amor a primera visa confirmaban que no habría marcha atrás: la comedia sería el género preferido para hacer negocios lucrativos. Pero ese año tuvimos lo mejor de ambos mundos: Amat Escalante había ganado como Mejor director de Cannes gracias a Heli.
La industria de la exhibición también se sacudiría. Después de que la marca Cinemex comprara Cinemas Lumiere en 2012, ahora se haría de las 31 salas de Cinemark que quedaban en nuestro país y, ahora sí, el pastel prácticamente se repartiría en dos cadenas. Hablando de expansión de negocios, fue ese mismo año que Netflix presentaba sus primeras producciones originales internacionales, mismas que revolucionaron la forma de consumir series de televisión para siempre: Por primera vez podrías ver toda una temporada de jalón con House of Cards o con Orange is the New Black.
Mientras, terminaba Dexter con el que ahora es calificado como el peor final de una serie de televisión, diametralmente opuesto al sublime final de Breaking Bad, que aún hoy sigue siendo reverenciado. También terminó 30 Rock y en Game of Thrones apareció uno de los capítulos esenciales de la serie: The Rains of Castamere… Pero si queremos traer a colación cosas dolorosas, recordemos cuando el América le ganó al Cruz Azul en el Azteca con todo celebraciones del Piojo y de Azcárraga.
A Ben Affleck no lo nominaron como Mejor director en el Oscar pero tiene su revancha cuando Argo, gana como Mejor película. También gana Anne Hathaway por Los miserables y gana Daniel Day-Lewis por Lincoln. Gana Adele por la canción de Skyfall. Y Amour de Haneke gana sobre No del chileno Pablo Larraín. Pero quizá lo que más vamos a recordar para siempre es la caída de Jennifer Lawrence…. Aún más que su Oscar a Mejor actriz por Los juegos del destino. Ah claro, Seth MacFarlane, maestro de ceremonias, cantó la extremadamente incorrecta “We Saw Your Boobs” donde rimaba una lista de actrices y películas donde se descubrían el pecho y de la que una estrofa decía: “No hemos visto las boobs de Jeniffer Lawrence para nada”… Seguro te pasa igual que a mí: Empiezas con un: “Madres, ya no me acordaba”; continuas con un: "¿Cómo se atrevió este guey? Fue apenas hace seis años, no es tanto”, y terminas con un: “Imposible que eso suceda hoy”. Así la cosas.
El cine se vistió de luto con la muerte de Joaquín Cordero, James Gandolfini, Cory Monteith. También se fue Paul Walker, antes de finalizar el rodaje de Rápidos y furiosos 7, en donde escanearon a sus hermanos para reemplazarlo digitalmente. Y quién sabe de cuantas personas más estaríamos hablando si no hubiera sido porque apareció el Wolverine mexicano en aquella sospechosa explosión de la Torre de Pemex. Fama al instante gracias a las redes sociales.
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