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    'Mi pobre angelito': A 29 años de su estreno así luce Macaulay Culkin

    Obviamente ya no es el niño encantador que conocimos en los 90.

    Era 1990 cuando un pequeño de 10 años tomó por sorpresa a Hollywood y el mundo con su encanto, carisma, no tanta inocencia, pero sí un aire de frescura que a pocos niños actores se les ha visto: hablamos de Macaulay Culkin, quien protagonizó Mi pobre angelito y a partir de ahí su vida cambió para siempre. A 29 años del estreno de la película las circunstancias para el actor han cambiado y ahora que casi es un cuarentón su carrera está a años luz de gozar de la fama que tenía, aunque en realidad no fue del todo su culpa.

    Su padre (un actor frustrado) decidió probar suerte llevando a sus hijos (eran siete en total) a diferentes audiciones encontró su mina de oro en Macaulay, cuyo parteaguas fue la mencionada Mi pobre angelito, pero en anteriormente ya había logrado papeles menores. Cuando la mencionada cinta se colocó como una de las más taquilleras de aquel entonces, la fama y jugosos contratos comenzaron a llegar, aunque para tristeza del pequeño, su padre era quien gestionaba su carrera y dinero; mientras el niño era obligado a dormir en el sillón para “evitar que la fama se le subiera”, su padre disfrutaba de lujos y vivía de las ganancias que generaba su hijo.

    Tanto poder llegó a tener el apellido Culkin en Hollywood, que el papá amenazaba a los estudios con evitar que su hijo participara en diversos proyectos sino se hacían lo que quería. Esto comenzó a ocasionar fracasos estruendosos y pérdidas millonarias para las productoras, como el caso de El buen hijo o El cascanueces. Era el ocaso de una carrera que llegó a la cúspide a muy temprana edad, pero que se vio tropezada por un mal manejo. Se estimaba que la fortuna de Macaulay rondaba los US$40 millones (M) en algún momento, pero rápidamente decrecieron hasta unos US$15 M.

    Harto de la situación, el joven actor decidió cortar lazos con su padre legalmente, a quien hasta la fecha no le dirige la palabra e impidió que siguiera gastando su fortuna. A partir de ahí Macaulay ya no fue el mismo; tomó un camino que incluía drogas, costosos caprichos y obviamente en Hollywood ya no le daban trabajo, a final de cuentas, las productoras también buscaban su tropieza cuando era pequeño para evitar lidiar y hasta ser humillados con amenazas (a las que cedieron) de su padre.

    Actualmente Macaulay participa con roles muy pequeños en algunas series, así como en programas de televisión y versiones actualizadas de Mi pobre angelito para comerciales como el caso de Google. También ha hecho un esfuerzo para volverse influencer con su canal de YouTube: Bunny Ears, en el que habla de cosas relacionadas con la cultura popular y estilo de vida. Vaya que tenía oro en sus manos, aunque la edad le impedía hacerse responsable por sí mismo y obviamente su padre ayudó a que su éxito fuera corto.

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