Hay intrigas, conspiraciones familiares, muertes violentas, sexo (quizá no el suficiente como para una serie de este estilo) y una cantidad de teorías que pueden crearse debido a la mitología que va formándose durante la primera temporada. El texto le brinda al personaje principal el sarcasmo necesario para que no toda la serie sea tomada en serio; es decir, está envuelta completamente en su género dark fantasy y de pronto se sentiría pesada, depresiva, lúgubre sino fuera por estos ápices de comedia en los diálogos de los protagonistas. Esto es un punto a su favor.
El guion también sabe cómo sacarles provecho a las secuencias de acción y equilibrar cada episodio para llamar la atención del espectador con secuencias de acción brutales, sobre todo cuando la suma de los conflictos de los personajes atiborra un poco la narrativa.
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