Tal parece que el enojo y coraje por los Jedi sigue aumentando dentro de Kylo Ren; por momentos nos ha demostrado que aún existen un cálido sentimiento familiar en su corazón cada que logra conectarse con Rey empleando el vínculo de la Fuerza, pero esto también se desvanece cada que un pensamiento oscuro llega a su mente.
La balanza emocional sigue apoderándose de Kylo, digamos que sigue siendo el niño berrinchudo, pero esta vez tiene más poder y no precisamente nos referimos al físico; es un Sith de temer y ha demostrado que puede asesinar a quien se le ponga en frente, por ello ni siquiera los Stormtroopers quieren estar cerca de él.
Esto va más allá, tras el asesinato de Snoke, él se ha hecho cargo como el Líder Supremo, además basta recordar que sus últimas frases en la pasada cinta fueron a la proyección de Luke Skywalker; fue allí cuando Kylo le prometió acabar con la vida de Rey. En ese momento lo único que le importaba era acabar con cualquiera, su furia le nublaba la mente, características de los Sith.
Teoricamente esto debería orillar a Kylo a un estilo más oscuro, además la presencia de Palpatine podría sencillamente empeorar las cosas, pero… las cosas al parecer no serán tan simples. En los avances hemos visto una versión Sith de la misma Rey, ¿acaso será una proyección o una pesadilla? O tal vez el antiguo emperador hizo de las suyas.
Los caminos de Kylo y Rey se volverán a juntar y según lo que vimos en Los últimos Jedi, el odio de Ren lo llevarán a jugarse todo por el todo; por su puesto habrá momentos impactantes y trágicos. Ahora mismo la opción de verlo rectificando su camino es cada vez más difícil.