El relato de Los miserables pareciera no tener fin en cuanto a adaptaciones se refiere. Se ha llevado a la pantalla grande varias ocasiones (la última una obra maestra dirigida por Tom Hooper), también el teatro ha tenido puestas en escenas inspiradas en la novela escrita por Víctor Hugo y no podemos dejar fuera a la televisión que ha albergado series acerca del tema. En esta ocasión nos compete hablar de la serie homónimo que estrena en Starzplay y cuyo reparto encabezado por Lily Collins, Dominic West y David Oyelowo es sólo uno de los ingredientes que forman una exquisita y dramática producción.
VIRTUDES
La pregunta más obvia antes de entrarle a la serie es ¿por qué mirarla si ese relato ya es conocido? Si el mencionado elenco no es suficiente para llamar tu atención, entonces mira fijamente la ambientación. El trabajo que hicieron para recrear las calles parisinas es espléndido y de las cosas más destacadas. Desde los icónicos candelabros de Jean Valjean, pasando por los lugares, hasta la famosa batalla, es fácil remontarnos a una época tan antigua con una labor plausible y con tantos personajes y escenarios a desarrollar.
El tono un tanto desolador y hasta crudo en algunos momentos le pone seriedad a lo contado, alejado de canciones (ahora clásicas) la mayor parte del tiempo y apegado a un aura polarizada, en la que se marca el poder de la sumisión; la riqueza y la pobreza; la esclavitud y la libertad. Realmente se puede sentir que algo no estaba bien en aquella época por diversos motivos: la ambición, la política y la humillación.
Aunque sea reiterativo, los intérpretes encargados de protagonizar la miniserie de ocho episodios lo hacen estupendo, comenzando con una fugaz (por la duración del papel) intervención de Lily Collins bajo el papel de Fantine, a quien se le ve sufrir por sobrevivir y por sacar adelante a su hija: Cosette. Por otro lado, Dominic West se camufla entre los diversos pasajes de Jean Valjean, sacando el colmillo cuando es necesario y siendo sumiso en otras circunstancias. Y David Oyelowo también hace a un Javert introvertido y cegado a quien imprime su sello.
DEFECTOS
Quizá clavarse en algunos pasajes que no son realmente tan importantes en la historia es su mayor defecto, ya que pudieron haber invertido ese tiempo en desarrollar otra historia secundaria. Eso sí, esto sirve de excusa para desarrollar a los personajes, aunque no siempre hay cosas interesantes que contar. Esto mismo provoca que por instantes se sienta que la historia corre en lugar de caminar y viceversa ya que al sólo ser ocho episodios había que adaptar la historia en su totalidad y mientras se cuenta algo, otra cosa ya debe estar en una etapa más avanzada.
Maratonear con la miniserie tal vez no sea la mejor de las ideas, ya que en primera no hay prisa por saber lo que sucede si conoces la historia original y en segunda se necesita un descanso para procesar lo visto y que realmente se disfrute del contenido, ya que de lo contrario comenzarás a dejar pasar por alto ciertos detalles que requieren de cierto tiempo o de ser observador, por lo que es mejor ir despacio.
CONCLUSIÓN
Sin duda la nueva adaptación televisiva de Los miserables resalta principalmente por su elenco y la recreación de una época. Es dramática, cruda por momentos y lento en algunos pasajes, pero es un deleite para rememorar los sucesos contados en la obra de Víctor Hugo. A veces nos es necesario tener la sorpresa de tu lado para salir satisfecho, sino saber contar los hechos para entretener.