Una de las decisiones de casting más controvertidas en la industria del cine en los últimos 20 años ha sido la de elegir al entonces joven y completamente desconocido Hayden Christensen para interpretar a uno de los villanos más emblemáticos de la cultura pop: Anakin Skywalker aka Darth Vader en la saga de Star Wars. George Lucas lo escogió a pesar de su realmente poca experiencia en la pantalla grande. Su carrera antes de El ataque de los clones se había desarrollado en la televisión con pequeños papeles en series y alguna que otra película. La crítica juzgó su elección, pero cierta parte de la audiencia creyó ciegamente que nos encontrábamos ante un nuevo Leonardo DiCaprio, tal y como entonces se le catalogó a Hayden.
Tras el Episodio II y III muchos pensaban que su falta de experiencia demostrada en ambas secuelas iba a perfeccionarse y ser punta de lanza para una prometedora carrera, aunque desafortunadamente no sucedió. Christensen denotaba carisma y porte, justo como las máximas estrellas de cine y de algo le sirvió compartir escena con actores consolidados como Natalie Portman o Ewan McGregor. Su nombre ya se encontraba en la memoria colectiva, aunque no con el mismo significado que Mark Hamill o Carrie Fisher.
Participó en Jumper, un intento de franquicia dirigido por Doug Liman que no funcionó; Fábrica de sueños al lado de Sienna Miller; y varias películas que se han distinguido por desaparecer del imaginario social, como New York, I Love You, Takers o El último disparo con Bruce Willis. Con esto, el nombre de Christensen se fue haciendo pequeño y ni siquiera con la compra de Lucasfilm por parte de Disney ha salido a relucir su nombre.
El ahora actor canadiense de 38 años no reparó en ningún momento en buscar otro tipo de proyectos, ya que él mismo ha declarado a diferentes medios lo afortunado que fue de ser parte de la franquicia, pero su interés y sus anhelos no eran lo mismo que los de la opinión publica. El actor dejó Hollywood y de pronto sigue aceptando alguna que otra oferta para participar en alguna producción, por supuesto sin posicionarse en el colectivo social nuevamente.
En 2018 fue su última aparición en la pantalla grande participando en película como The Last Man (coproducción de ciencia ficción de origen argentino y canadiense) y en Little Italy, que no fue del agrado de la crítica. El futuro en la actuación del intérprete parece incierto para la opinión pública, ya que no se ha confirmado ningún otro proyecto en el que aparezca el actor.
“Estoy muy agradecido con Star Wars porque me permitió tener todas esas oportunidades y una carrera”, mencionó Hayden hace tiempo. “Sé que no fue una decisión sencilla retirarme. Había algo en mi cabeza que me decía: ‘Si este tiempo va a ser perjudicial para mi carrera, entonces que así sea. Si puedo volver, entonces quizá sienta que me lo he ganado.’”
Los rumores acerca de que podría aparecer en Star Wars: El ascenso de Skywalker han sido solamente propagados por fans sin un sustento real. Al actor se le ha visto en los parques temáticos de Disney disfrutando y jactándose de la importancia de su personaje en la franquicia, pero no se ha pronunciado interesado al respecto de volver a tener cierta participación.
Con Disney+ el personaje de su mentor: Obi Wan Kenobi regresará con su propia serie con el mismo actor que lo interpretó hace años: Ewan McGregor. Quizá esto una participación de Christensen no suena del todo imposible y lo podamos ver de nuevo detrás del personaje que lo llevó a la fama y también al olvido.