Pasaron 37 años para que E.T. (aquel tierno extraterrestre que buscaba una forma de salir de la Tierra rumbo a su planeta de origen) y Elliot (Henry Thomas) se volvieran a reunir. Ambos protagonizaron una de las películas más icónicas de los 80 y quizá de la historia del cine, con una historia sazonada con amistad, aceptación, respeto y más. Ahora están de regreso con un cortometraje de poco más de cuatro minutos y el resultado es (en parte) un conmovedor rencuentro.
La empresa Xfinity aprovechó la oportunidad de tomar a estos personajes y hacer un comercial (ojo, no es una secuela) para anunciar algunos de sus productos, sin embargo, más allá de eso, resulta muy nostálgico ver que Henry Thomas retomó su papel de Elliot ahora como un adulto y con familia establecida al tiempo que el peculiar extraterrestre sorprende a sus hijos al estar escondido detrás de un muñeco de nieve.
Obviamente no podía faltar la recreación contemporánea de la escena icónica en la que los protagonistas vuelan mágicamente con su bicicleta mientras la luna llena está de fondo; tan importante fue ese momento que se volvió el logotipo que representa a Amblin Entertainment la productora fundada por Steven Spielberg (Ready Player One). Existe una versión de dos minutos del cortometraje para que se transmita de aquí hasta enero en la televisión estadounidense, pero la original es la que sin duda te pega en lo clásico.
Cabe destacar que sí existían planes y hasta el guion para la secuela de E.T. El extraterrestre; se iba a llamar E.T. 2: Nocturnal Fears y el inicio era muy parecido al de la original, con una nave aterrizando en el mismo bosque, sin embargo, los tripulantes no serían tan amigables como E.T., sino que aliens malvados, carnívoros y hasta tenían poderes para paralizar su entorno. A la postre tomaron de rehenes a Elliott y varias personas para interrogarlos y torturarlos, sin embargo, E.T. regresó a la Tierra para salvarlos y al final regresaba a su planeta nuevamente.
Steven Spielberg al final decidió no seguir adelante con la secuela y por lo anterior podemos notar que la razón era obvia, ya que no quería quitar el buen sabor de boca que dejó la película original y manchar el legado. Pero bueno, tenemos una especie de redención (guardando proporciones) con el corto recién estrenado, y no nieguen que no sintieron padre cuando Elliott y E.T. se dieron un abrazo.