El trayecto que ha recorrido Maggie Pierce (Kelly McCreary) la ha convertido en uno de los personajes cuyas tribulaciones y pérdidas le han dejado cicatrices de las que no se ha podido recuperar. La pérdida de su madre es algo que la sigue atormentando y ahora el deceso de su prima Sabi la tiene nerviosa, desconcentrada y sin un rumbo fijo. Si algo la caracteriza es que cualquier problema que le aqueja no es motivo para interrumpir sus obligaciones y en el episodio tuvo que atender a un paciente que necesitaba un reemplazo de válvula aórtica. En la cirugía los nervios traicionaron a la doctora y en el momento en que el corazón del paciente dejó de funcionar, Maggie explotó.
Con todo esto decide renunciar al Grey Sloan Memorial con Thomas Koracick (Greg Germann): “Tuve un mal presentimiento. No puedo ser cirujano si no puedo confiar en mí misma, en mi propio instinto”, fue el discurso de la Dra. Pierce, a lo que Koracick inmediatamente le ofreció a Teddy el puesto de jefe de cardio. Realmente esperamos que Maggie recapacite, o quizá el final de su historia en Grey’s Anatomy esté más cerca que nunca, ya que el trazo del personaje cada vez se siente más agotado.