Hace unos días les anunciamos que D.B. Weiss y David Benioff renunciaron a su trilogía de Star Wars que desde hace más de un año estaba pactada. La razón principal fue que prefirieron enfocarse en su contrato con Netflix que los ata por varios años y producciones por la jugosa cantidad de US$250 millones: “no podíamos hacer justicia tanto a Star Wars como a nuestros proyectos de Netflix”, dijeron. Sin embargo, hay algo más detrás de esto.
De acuerdo con información de The Hollywood Reporter, los creadores de Game of Thrones no querían involucrase (nuevamente) con “fanáticos tóxicos”, ya que tras los malos comentarios que recibió su serie de HBO en la última temporada, la padecieron bastante y el encanto que habían generado con los episodios anteriores se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Las críticas fueron contundentes, los errores en el set también se volvieron el foco de atención cada domingo y los seguidores del seriado se los hicieron notar con disgusto.
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Fueron al menos los pensamientos que tuvieron los realizadores de acuerdo con el reporte. Y es que a decir verdad, los fanáticos de Star Wars también son difíciles de complacer. Tan solo basta recordar que Daisy Ridley tuvo que cerrar sus redes sociales para evitar comentarios sexistas y bullying, y qué decir de Kelly Marie Tran, quien fue objetivo de algunos seguidores para ser molestada al grado que tuvo pensamientos negativos sobre sí misma. Recordemos que el actor detrás de Jar Jar Binks: Ahmed Best en su momento pensó suicidarse tras recibir un montón de insultos por su papel.
Pero bueno, retomando el tema de Benioff y Weiss, se menciona que su salida se planteó desde agosto pasado y que Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm) no estuvo muy de acuerdo con el contrato que firmaron los productores con Netflix, sin embargo, trabajarían a la par con su trilogía de Star Wars, cosa que eventualmente no sucederá.
Así que, finalmente sí influyo mucho el final que le dieron a Game of Thrones, ya que de haber conectado con el público como lo hicieron en temporadas previas, quizá no hubieran tenido temor de inmiscuirse en otra franquicia con fanáticos de hueso colorado. De momento, Disney está en la búsqueda para el reemplazo de los realizadores, ya que no piensa mover el calendario que tenían pactado.