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    FICTU 2019: ¿Qué esperar del nuevo festival de cine de Tulum?

    La primera edición del Festival Internacional de Cine Tulum traerá de nuevo las películas más arriesgadas al sur del país. Paula Chaurand, su directora, tomó por sorpresa a la industria con su regreso.

    El Festival de la Riviera Maya (RMFF) fue durante cinco años el referente fílmico en el sur del país. Paula Chaurand lideraba este certamen que, lamentablemente, vio su última edición en junio de 2016, misma que sufrió recortes y cambio de fecha por las elecciones estatales de aquel año –la historia común de varios festivales, vaya. Es extraño, pero con todo y su envidiable infrastructura, Quintana Roo ha sido un terreno pedregoso para los eventos de cine (en los últimos 15 años también desaparecieron el Festival Internacional de Cancún y Riviera Maya, el Riviera Maya Underground Film Festival, el Verano Cinematográfico de Quintana Roo). Es por eso que la industria fue sorprendida con la buena noticia de que la exdirectora del RMFF regresaba con un nuevo proyecto en aquellas mismas latitudes, el Festival Internacional de Cine Tulum (FICTU) .

    Un nuevo gobernador, la transición de partido en el estado (y en el país), el controversial apoyo federal para festivales, e incluso la presencia de eventos cinematográficos de impacto internacional, como los Premio Platino, comprueban que, en definitiva, 2019 son tiempos diferentes, por decirlo de alguna forma. “Ha cambiado desde hace 8 años cuando inicié por primera vez el proyecto del Festival de Cine de la Riviera Maya –acepta la directora del nuevo certamen–. Si hay algo que recuerdo con nostalgia es la sensación del 'todo es posible', y que parecía incluir un manual de ‘cómo lograrlo’. Sí, desde entonces las cosas han cambiado radicalmente, nada de lo que creíste saber o haber aprendido podría aplicar dentro del contexto sociopolítico en el que nos encontramos. La obtención de recursos para financiar un proyecto cultural hoy se presenta como un reto mayúsculo, una carrera no solo de resistencia sino llena de obstáculos desconocidos y de bastante ocurrencia”.

    Sospecho que esa es la voz de muchos que están trabajando hoy en la cultura. Aunque ella reconoce: “Nada de esto es negativo, por el contrario, nos ha obligado a todos a replantear todo, a romper nuestros propios paradigmas, ha vuelto a algunos proyectos más fuertes y otros, como fue el caso de mi proyecto anterior, a no resistir los embates del cambio”. ¡Pues que venga el segundo round!

    ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL FICTU?

    El FICTU se realizará del 4 al 8 de diciembre de este año, cerrando la intensa temporada de festivales iniciada en octubre (después de Morelia, Mórbido, el estreno de Cholula, Los Cabos y el Queer Film Festival en Playa del Carmen al mismo tiempo... uno por semana prácticamente). Aún con un preciado apoyo estatal, es cierto que se tienen que replantear varias cosas, en primer lugar y quizá más importante que todo, el dónde serán las proyecciones, pues el complejo cinematográfico más cercano está a 61 kms del centro de Tulum. Lo bueno es que no es la primera vez que el equipo tiene que enfrentarse a encontrar una sala de cine a la altura de las circunstancias. En los primeros años del RMFF se reacondicionaron con éxito las salas de la desértica Plaza Pelícanos de Playa del Carmen antes de mudarse al Cinemex Centro Maya donde sucedieron las últimas ediciones. Para el nuevo certamen se anunció la construcción de una pantalla ecofriendly en el complejo Aldea Zamá para proyecciones al aire libre, mientras que las galas se realizarán en el selvático Hotel Papaya Playa, quien ya fue patrocinador anteriormente.  

    Pero si el RMFF se convirtió en referencia no fue por llevarse a cabo en un paraíso turístico o la gratuidad de sus eventos, realmente fue porque ahí nacían o se exhibían algunas de las cintas de autor más arriesgadas de la oferta cultural. Su importante lab –cancelado el último año por ajustes de presupuesto y que esperamos también vuelva en una futura edición del FICTU– apoyó a Maquinaria panamericana de Joaquín del Paso, a La balada del Oppenheimer Park de Juan Manuel Sepúlveda, entre muchas otras. Ahí también compitió parte del cine mexicano más marginal como Los Hamsters de Gilberto González, Navajazo de Ricardo Silva y Despertar del polvo de Hari Sama. En su momento presentó cerca de 200 funciones al aire libre que también contaban con estrenos internacionales como Spring Breakers de Harmony Korine o Incomprendida con la presencia de Asia Argento, todo programado por los también cineastas Maximiliano Cruz, Fernando del Razo y Michel Lipkes. 

    Entonces ¿volveremos a encontrar este tipo oferta? Para estar seguros tendremos que esperar el anuncio de la selección a mediados de noviembre, pero todo apunta a que eso encontraremos dentro de las 60 proyecciones planeadas para este año. “El proyecto del RMFF en efecto contaba con una extraordinaria programación, arriesgada o bastante particular, derivada de la colaboración con programadores que tenían un visión perfectamente clara de lo que se quería transmitir y en particular sintonía con lo que el Festival como proyecto se propuso desde el inicio. En este nuevo proyecto pasa exactamente lo mismo, tenemos un extraordinario equipo de programación que busca en sintonía un programa que combine un cine consciente y reflexivo, con trabajos arriesgados de autor y un cine de corte comercial de calidad". En ese nuevo equipo de programación están Andrea Stavenhagen –encargada de Impulso Morelia–; Chloë Riddick, quien ha programado el Festival de Morelia desde el 2011; la estadounidense Bruni Burres, principal asesora del Programa Documental del Instituto Sundance; Jim Kollmar programador de South by Southwest; y Carlos A Gutiérrez cofundador de Cine Tropical. Siendo así, celebremos que este cine vuelve a ver la luz desde el sur de país esperando que esta semilla resista los embantes de los nuevos tiempos. Así lo muestra Paula: "La visión seguirá siendo la misma: tomar el mayor provecho de las oportunidades que se nos dan, de abrir la ventana del cine otra vez, ¿qué podría salir mal? (Ja, ja, ja)". Nada. Nada debería de salir mal. 

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