El Camino: una película de Breaking Bad se ha convertido en la cereza del pastel para la serie. El viaje de Jesse Pinkman (Aaron Paul) ha servido para darle un cierre al personaje y como un fan-service. La cinta sigue a al exalumno de Walter White (Bryan Cranston) y lo que hizo tras recuperar su libertad. Su creación responde a la demanda que Breaking Bad sigue teniendo en las plataformas digitales y seguramente a la insistente y jugosa oferta que Netflix le hizo al creador y a su protagonista para volver.
El primer corte del filme duraba tres horas, por lo que muchas cosas quedaron fuera, y ni qué decir del final alternativo que Vince Gilligan (Better Call Saul) confesó haber contemplado en un inicio, pero que no rodó. Ahora muchos que ya vimos El Camino: Una película de Breaking Bad quedamos satisfechos, aunque especialmente una pregunta nos hace ruido: ¿Qué decía la carta que Jesse dirigió a Brock Cantillo (Ian Posada), el hijo de su exnovia: Andrea (Emily Rios)?
Aaron Paul comentó a Entertainment Weekly cómo fue el proceso de Vince respecto a este pasaje al final de la película: “Esa carta a Brock fue lo primero que [Vince Gilligan] hizo al escribir este guion. Una vez que completó esa carta, comenzó el guion. Originalmente, la voz en off de esa carta fue cómo terminó la película, sólo conduciendo por Alaska y se podía escuchar lo que había dentro de esa carta. Es desgarrador, es hermoso, simplemente honesto. Pero Vince sólo pensó: ‘¿Sabes qué? Quizás sea mejor dejarlo desconocido y no lo necesitamos. Él estaba en lo correcto. Pero me encanta saber lo que estaba en la carta…”
Le juré a Vince que nunca compartiría lo que había en esa carta. Pero... [Jesse] simplemente no podría ser más abierto y honesto. Es sólo que él está diciendo, ‘lo siento’, y eso es todo.
La carta no fue más que una expiación por parte de Jesse para Brock, ya que le pedía perdón; su conciencia no lo dejaba tranquilo después de que Todd (Jesse Plemons) mató a la madre de Brock en su fuga con Jesse. Este pasaje de Pinkman leyendo la carta fue uno de los dos finales alternativos. En el segundo Gilligan formuló la idea de dejarlo en la cárcel como parte de su viaje, pero sólo fue un juego entre todas sus ideas.